Secciones

El SPD lo apuesta todo a una tercera coalición con Angela Merkel

DEFINICIÓN. La canciller obtendría así un cuarto mandato.
E-mail Compartir

Los miembros del Partido Socialdemócrata alemán votaron a favor de sumarse a una coalición con el bloque conservador de Angela Merkel, según anunció ayer el partido. La aprobación eliminó la última traba para formar un nuevo Gobierno y para el cuarto mandato de la canciller.

La decisión pone fin a casi seis meses de incertidumbre en la política alemana, el tiempo más largo que ha pasado el país sin Gobierno en la época de posguerra.

Los socialdemócratas, de centroizquierda, tuvieron un encendido debate interno sobre si prolongar la llamada "gran coalición" durante otros cuatro años, tras sufrir un revés en las elecciones del septiembre. Al final, dos tercios de los votos válidos de sus 464.000 militantes se mostraron a favor del acuerdo, indicó el tesorero del grupo, Dietmar Nietan, que ejerció la supervisión de la votación.

"Esta fue una decisión democrática muy importante para nuestro país", dijo a la prensa en Berlín el líder del partido en funciones, Olaf Scholz. En los próximos días, la colectividad propondrá seis nombres -tres hombres y tres mujeres- para liderar los ministerios que controlen en el nuevo periodo legislativo.

Se espera que el Parlamento se reúna la semana que viene para elegir a Merkel como canciller.

Saludo de la canciller

La canciller alemana Angela Merkel dio ayer que "me alegra la continuación de nuestra colaboración por el bien de nuestro país", en un tuit difundido por su partido, la Unión Demócrata Cristiana (CDU). Sin embargo, la oposición alemana rechazo el resultado de la votación.

La ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) tachó de "catástrofe" para el país la reedición de la gran coalición entre socialdemócratas y conservadores, mientras el copresidente de La Izquierda, Bernd Riexinger, lamentó este paso "debilitado y en parte dividido" hacia la opción de la canciller alemana.

Casa Blanca: no habrá exenciones sobre aranceles

TENSIÓN. Luego del anuncio China endureció el tono y adelantó que "no se quedará de brazos cruzados" si se ve amenazada.
E-mail Compartir

Mauricio Mondaca/Agencias

El Gobierno del presidente Donald Trump no cede a las críticas internas y externas contra el anuncio de que impondrá aranceles a las importaciones de acero y aluminio, al afirmar ayer que el Mandatario no prevé hacer excepciones a ningún país de esta enérgica medida.

En declaraciones al programa "State of the Union" (CNN), el asesor comercial de la Casa Blanca, Peter Navarro, puntualizó que "por el momento ningún país está excluido".

El anuncio de Trump del jueves de que impondrá aranceles de 25% y 10% a las importaciones de acero y aluminio, respectivamente, agitó los mercados, irritó a los aliados y aumentó las perspectivas de una guerra comercial.

Según AP, aunque la medida estuvo dirigida contra China, también abarcará importaciones considerables procedentes de Canadá, México, Corea del Sur, Japón y la Unión Europea.

El Pentágono ha recomendado que Trump sólo aplique los aranceles de manera selectiva para no molestar a los socios de Estados Unidos en el extranjero. Sin embargo, el secretario de Comercio, Wilbur Ross, agregó ayer que el Presidente no obrará de esa manera. "Se trata de un escobillado bastante amplio", declaró Ross al programa "This Week", de la cadena ABC. Ross rechazó las amenazas de varios países de que adoptarán represalias y las describió como "sumamente frívolas".

Advertencias de beijing

El Gobierno chino advirtió ayer al Presidente Donald Trump que no se quedará de brazos cruzados si Washington lanza una guerra comercial. "China no quiere una guerra comercial con Estados Unidos, pero si EE.UU. aprueba acciones que dañan los intereses chinos, China no se quedará de brazos cruzados y tomará las medidas necesarias", afirmó ayer en conferencia de prensa Zhang Yesui, vocero del plenario de la Asamblea Nacional Popular. Zhang avisó también a Washington que "las políticas basadas en juicios o presunciones equivocadas dañarán las relaciones y traerán consecuencias que ninguna parte querría ver". En esa línea, la primera ministra británica, Theresa May, expresó ayer a Trump su "profunda preocupación" por el anuncio de aranceles al acero y aluminio. El director de UK Steel, la asociación británica siderúrgica, Richard Warren, advirtió el viernes que el anuncio puede tener "impacto" en la economía del Reino Unido.

Secretario Ross no teme a las represalias

El Secretario de Comercio de EE.UU., Wilbur Ross, relativizó ayer la posibilidad de que las represalias comerciales que analiza Europa puedan afectar mayormente a su economía. "Puede haber algún tipo de represalia, pero las cantidades de las que están hablando también son bastante triviales", opinó. Según él, se trataría de "unos US$ 3.000 millones", lo que de acuerdo a su análisis "es una pequeña fracción, del 1%", de la economía estadounidense.