Hugo Soto Cárdenas
Desde el pasado 1 de abril -un mes exacto- comenzó a operar la Ley de Inclusión Laboral en todo el país, que en lo medular exige a toda empresa que sobrepase los 100 trabajadores, a reservar un cupo de un 1% de sus plazas laborales a personas con discapacidad.
"Estamos muy esperanzados de que se vaya cumpliendo con los empresarios lo antes posible", precisa el seremi del Trabajo, Patricio Sáenz, quien agregó que "tenemos un año de marcha blanca, así es que la invitación está abierta a que estas empresas que están afectas a esta normativa aborden el tema".
El Austral dialogó con tres mujeres donde la perseverancia y el deseo de autovalerse son características comunes.
En la intendencia
Antes de las 8 de la mañana comienza el día laboral de Nora Muñoz Vergara (36). Sin inconvenientes, se desplaza por el edificio de la Intendencia en su silla de ruedas, institución en la que trabaja desde hace 4 años como secretaria de administración, en informaciones. "Nací con una discapacidad en la columna, en la médula espinal, que me obligó a desplazarme con silla de ruedas", cuenta Nora, quien agrega que "antes de entrar a la Intendencia, toqué muchas puertas, pero no me fue bien, en los lugares donde postulé no contaban con rampas, ascensores para alguien con una silla de ruedas".
Hace 4 años, Nora está en la primera fila de recepción en el edificio de la Intendencia. "Al principio la gente se extrañaba de ver a alguien en recepción en silla de ruedas, pero ya se han acostumbrado. Hoy ven a la persona, no a la silla", asegura Nora, quien agrega que "falta mucho todavía para la inclusión en Temuco, si no hubiera encontrado este trabajo todavía seguiría tocando puertas. Con la nueva ley ojalá que se abran más cupos".
Carolina Ramos Peña (36) es la directora de la Escuela Municipal de Perros de Asistencia. Hace 7 años inició su vida laboral trabajando por la Unidad de Medio Ambiente del municipio, tras egresar como veterinaria de la UC Temuco y cursar un magister en Salud Pública, Comunitaria y Desarrollo Local en la Ufro. Todos estos logros mientras una Retinitis pigmentosa se fue agravando cuando cursaba los últimos años de la carrera, y que hoy la tienen con déficit visual severo, permitiéndole ver solo la luz.
"Cuando se es perseverante, cuando uno se prepara, se puede avanzar", asegura Carolina, quien agrega que "sin embargo, sigue siendo poca la inclusión en Temuco. Ahora, esta ley que abre cuotas de reserva en las empresas no debe ser tomado como caridad, sino que quienes accedan a los puestos laborales tengan las competencias, la preparación".
En 2004 se dio inicio a la escuela Municipal de Perros de Asistencia. "Es un proyecto pionero por parte de un municipio. Hemos estado trabajando con personas con movilidad reducida y ahora con niños con autismo", narra Carolina.
La alegría del daem
La joven temuquense Macarena Ferrari (28) tiene síndrome de Down, lo que no ha significado un obstáculo para desempeñarse desde hace un año en la Tesorería del Daem del municipio de Temuco.
Radiante, recorre los pasillos del edificio del final de calle Prat, saludando alegremente a todos quienes encuentra por su camino.
"Ella es la alegría de la oficina", aseguran sus colegas.
"Yo trabajo en planillas Excel, ayudo llevando la documentación del sistema de control, saco firmas para los cheques, varias cosas", asegura Macarena, quien agrega que "me gusta mucho mi trabajo, me siento contenta, me siento muy realizada, he aprendido mucho y tengo muchos amigos y amigas entre mis colegas de trabajo, que siempre me apoyan".