Día del Trabajo e Inmigración
En esta nueva conmemoración del Día del Trabajo me gustaría poner el foco en los inmigrantes que vienen a nuestro país en busca de nuevas oportunidades, y que con su trabajo aportan al desarrollo. Según cifras del Departamento de Extranjería y Migración, el 2017 se registró un aumento de un 70% en las visas de trabajo otorgadas. Sin embargo, hay un buen número de extranjeros en Chile que, por distintas razones, no cuentan con el permiso legal para trabajar acá, por lo que no tienen más remedio que trabajar de forma ilegal. Así, el riesgo de convertirse en sujetos de abuso y/o explotación en el ámbito laboral se hace mucho mayor. Como botón de muestra, según datos del INE los migrantes representan sólo un 2,5% del mercado laboral, siendo que se estima que son el 5,5% de la población actual.
En este sentido, se valora el esfuerzo que está haciendo el Gobierno con el Proceso de Regularización Extraordinario, donde estos inmigrantes tienen la oportunidad de ordenar su situación y, así, acceder a puestos de trabajo en los que no arriesguen abusos o injusticias, además de contribuir de mejor manera al país que les dio una mano. No olvidemos que se trata de personas merecedoras de la misma dignidad que merecemos todos los chilenos.
Renata García
Huelgas nacionales
Las huelgas en nuestro país no discriminan si los participantes pertenecen al sector privado o fiscal. Está bien que el Estado las tolere - presuntamente para cuidar su espíritu democrático gubernamental - pero en el fondo las huelgas no deberían existir, ni menos las de personal fiscal a cargo de sectores públicos fundamentales, como la Salud, Aseo, Educación, Alimentación, Transporte, Puertos, Caminos, Oficinas Públicas etc.
Quien logra un trabajo, con algún título sobre especialización o bagaje para ello, lo hace aceptando las condiciones del contrato determinado, ninguno de los cuales incorpora la posibilidad de "suspender su trabajo para exigir aumento del sueldo pactado".
Los sueldos nacionales se rigen por condiciones legales alcanzadas por determinados movimientos históricos - varios de ellos políticos - al igual que el índice oficial de alza del costo de vida señala la pérdida económica del año anterior, único índice que debería regir en contrato el reajuste anual de sueldos, en todos los ámbitos de asalariados privados o fiscales.
Debería suspenderse la posibilidad de huelga en todo el panorama nacional, puesto que el incumplimiento de un contrato por parte del empleador debería ser reclamado a través de la justicia ordinaria sin paralizar la actividad aceptada. Pero es necesario que nuestras autoridades determinen acciones que por lo menos impidan la paralización del país, como ahora.
David Benavente
¿Inclusión por cumplir la cuota?
Entró en vigencia la ley 21.015 o "Ley de Cuotas", reglamentación que incentiva la inclusión de personas en situación de discapacidad (PsD) al mundo laboral, planteando como obligatoriedad que toda empresa con una dotación superior a 100 trabajadores, deberá reservar el 1% de sus vacantes a personas que tengan algún tipo de discapacidad. Si bien han surgido críticas al proyecto, quienes llevamos años trabajando con y por las personas con discapacidad, lo consideramos un primer avance. Cierto es que, quizás, imponer una cuota no es la mejor manera de aproximarse a la experiencia de contar con recursos humanos diversos. Pero también es posible que las empresas nunca se sientan preparadas para hacerlo y las personas en situación de discapacidad no pueden seguir esperando por estos espacios.
Lo que resulta curioso es el vuelco en los roles que los diferentes actores de la ecuación empiezan a jugar a raíz de la promulgación de esta ley. Desde hace más de una década, un par de Instituciones de Educación Superior (IES) hemos apostado por la capacitación de jóvenes con discapacidad intelectual. Al comienzo, tuvimos que tocar muchas puertas, intentando "convencer" a las organizaciones sobre los beneficios que trae la incorporación de RRHH diverso. Sin embargo, estos jóvenes fueron demostrando, por sí solos, el tremendo aporte que significan para un equipo cuando hay disposición a realizar ajustes y entregar los apoyos necesarios.
Hoy, son las empresas quienes salen en busca de personas en situación de discapacidad para sumarlas a sus equipos de trabajo. ¿Será por cumplir la cuota? Puede ser, pero, en cualquier caso, tenemos la seguridad que una vez abierto un espacio laboral inclusivo, ya no es la ley la que determinará que las personas en situación de discapacidad se mantengan en ellos. Su aporte es tan transformador, que en poco tiempo se convierten en imprescindibles para los equipos en los que se incorporan.
Alejandra Ríos Urzúa