A través de un comunicado, el Obispado de Temuco reconoce públicamente la existencia de sacerdotes implicados en casos de abuso sexual a menores en La Araucanía.
Desde el Obispado precisan que a partir del año 2011 recibieron las primeras denuncias contra Pablo Walter Isler Venegas, y tras una investigación interna de la Iglesia Católica, el 20 de octubre de 2015 y "de acuerdo a lo señalado por la Congregación para la Doctrina de la Fe del Vaticano, fue sancionado por abuso sexual de menores".
Por lo anterior, Isler Venegas recibió la "prohibición de ejercer públicamente el ministerio sacerdotal y de trabajar pastoralmente con adolescentes y jóvenes" junto con la "prohibición definitiva de residir dentro del territorio de la Diócesis San José de Temuco y de visitar sin previa y expresa autorización del Ordinario, las parroquias de Lautaro, Imperial y Traiguén", todas sanciones a perpetuidad.
Sin embargo, en una nota publicada por El Mostrador, se asegura que el exsacerdote, Pablo Isler Venegas, ejerce actualmente como director de la ONG Evangelización 2000 en Santiago, donde se realizarían talleres de evangelización, formación de discípulos, retiros y encuentros de oración, entre otras actividades.
El Obispado informa además que los casos no habían sido difundidos a expresa solicitud de las víctimas, pero asegura que: "Con el aprendizaje de estos años nos hemos dado cuenta que el respeto y protección de las víctimas en ningún caso nos exime del deber moral de poner en conocimiento de la comunidad estos graves delitos".
Junto al caso anteriormente señalado, se incluye a Juan Carlos Mercado Elgueta, también denunciado por abuso sexual a menores, quien a mediados de 2013 presentó su renuncia al ministerio sacerdotal. Y por último, al cura José Vicente Bastías Ñanco, quien actualmente vive un proceso penal interno de la Iglesia Católica por abusos sexuales a menores.
