Autopsia revela que femicida habría violado a su hijastra
SAN RAMÓN. Peritos del Servicio Médico Legal afirmaron en juicio que hallaron muestras espermáticas del imputado en los restos de la adolescente de 17 años.
Nuevos y macabros antecedentes se conocieron ayer en la segunda jornada de juicio en contra de Luis Torres Cañoles, el carpintero acusado por la Fiscalía de asesinar a su expareja y dos hijos de ésta, la noche el 4 de junio de 2017, en la localidad de San Ramón.
De acuerdo a peritajes hechos por el Servicio Médico Legal (SML) de Temuco y Santiago, el imputado habría violado de forma reiterada a la hija de su expareja, momentos antes de cometer los crímenes y el posterior incendio que carbonizó los cuerpos de Roxana Bravo Inostroza (36), Betzabet Castro Bravo (17) y Nicolás Molina Bravo (14).
En estrado, dos peritos del SML confirmaron que hallaron restos espermáticos del imputado Torres Cañoles en las cavidades corporales de la menor.
"Los peritajes permiten establecer que hubo penetración anal y vaginal de parte del imputado a la víctima adolescente, lo que según las pericias debió haber ocurrido en las horas anteriores al incendio", precisó el fiscal Cristian Crisosto.
Pese a las sólidas pruebas, la Fiscalía no imputó el delito de violación ya que éste requiere la utilización de un medio comisivo para el acceso carnal, como la violencia o el aprovechamiento.
"Lamentablemente por el grado de incineración de los restos de la adolescente era imposible de establecer esa situación", acotó el persecutor.
HERIDAS MORTALES
Los informes de autopsia de la víctimas afirman que tanto Roxana Bravo, como su hijo Nicolás Molina, fallecieron producto de heridas mortales cometidas antes del incendio.
El reporte de la médico tanatóloga del SML de Temuco, Nubia Riquelme, precisa que Roxana Bravo murió por acción de terceras personas tras el hallazgo de dos heridas cortopunzantes en el corazón de la víctima.
La autopsia de Nicolás Molina, en tanto, evidenció la presencia de un traumatismo encéfalo craneano grave, ocasionado por una agresión con objeto contundente en el lado izquierdo de la cabeza.
Asimismo, el cuerpo carbonizado del menor de edad presentaba un cable de plástico firmemente atado al cuello, lo que hace presumir que además hubo un intento de ahorcamiento.
En las pericias hechas al cuerpo de Betzabet Castro, los peritos del Servicio Médico Legal no lograron determinar la causa de muerte debido al extenso grado de carbonización del cuerpo.
Lesiones de defensa
En su testimonio, el médico cirujano Rodrigo Cabrera -que atendió al imputado tras su detención, en junio del año pasado- declaró que Torres Cañoles tenía al menos 49 lesiones en su cuerpo, siendo la gran mayoría de éstas correspondientes a excoriaciones y rasguños hechos por uñas, presumiblemente de las víctimas del femicidio y de los homicidios de los menores de edad tras ser atacados por el imputado. De acuerdo a la versión del médico lo que mejor explica las lesiones es el mecanismo de defensa de una persona agredida. "La cantidad y morfología permite concluir que son producidas en múltiples oportunidades como forma de defensa", acotó.