Las tres áreas productivas que tendrá el Plan Impulso Araucanía donde el Gobierno planea invertir 8 mil millones de dólares en ocho años, son turismo, energía y agricultura.
En esta última, el ministro del ramo, Antonio Walker, explica cómo su cartera realizará el trabajo en la Región, pero más allá del aporte productivo, el ministro destaca el sello social que quiere promover desde su gestión. "Nosotros, como agricultores, somos hombres de la tierra y tenemos un idioma común. Queremos restablecer la comunicación con las comunidades mapuches".
-¿Cómo abordará desde su ministerio la situación de La Araucanía, teniendo como eje al Plan Impulso?
-Tenemos que crear las confianzas, primero paz social y luego la inversión. Como ministerio queremos colaborar en este diálogo social, nosotros, como agricultores, somos hombres de la tierra y en ese sentido tenemos un idioma común. Solamente en La Araucanía Indap atiende a 50 mil usuarios y a medida que vayamos haciendo los proyectos queremos restablecer la comunicación con las comunidades mapuches que le tienen mucha desconfianza al resto del país.
-¿Es otro enfoque para lo que ocurre en nuestra Región?
- Sí. Hay mucho que trabajar, hay muchas heridas abiertas propias de la ignorancia nuestra de cómo tratar al pueblo mapuche, entonces veo en el cultivo de la tierra una forma de comunicarnos, mientras hacemos agricultura vamos conversando y recuperando confianzas con las comunidades. Es una manera de sanar haciendo agricultura, lo veo como una oportunidad.
-Desde el punto de vista productivo, ¿cómo ve a La Araucanía?
-Esta Región tiene mucho potencial ya que el cambio climático la beneficia mucho, producto que cada 10 años la zona frutícola del país se corre 100 kilómetros hacia el sur. Es por eso que las variedades nuevas de manzana, cerezas y avellano europeo y nogales, todos los frutales menores tienen un enorme potencial aquí. La agricultura es la herramienta más potente que tiene La Araucanía para terminar con este rezago para desarrollarse.
-¿Cómo se hará eso ministro?
- Hay que modernizar la agricultura regional a la fruta seca y a la fresca. Para eso tenemos que hacer una agricultura muy tecnificada, humana y sustentable, lo que requiere una importante inversión. También queremos apoyar a los productores de granos, carne y leche ya que están pasando por una crisis de rentabilidad y tenemos que llevarlos a que se modernicen para que puedan competir.
-En la Región hay varias falencias, ¿también serán vistas en este proyecto?
-Uno de los sellos del ministerio será lo social, para tener localidades dignas con agua potable, electricidad, infraestructura de salud, educación y caminos en condiciones. Lo otro es la asociatividad, por eso estamos hablando del encadenamiento productivo. Aquí está el tema del agua, primero para el abastecimiento humano y después para el riego, así que haremos embalses, infiltración de acuíferos y tranques.
-¿Qué otra gestión realizarán desde La Araucanía para fomentar su desarrollo?
-Estamos hablando con quienes tienen una importante inversión en la Región para que abran sus puertas a las comunidades para mostrar sus procesos. El ministerio quiere ser un puente entre quienes ya hicieron las inversiones y el sector que las tendrá que hacer, pero con una mirada integral, es mucho más que producir, es volver a construir confianzas.