Correo
Apoyo a Lula
La carta de la izquierda chilena en apoyo a Lula ha sido uno de los más grandes errores del conglomerado. El manifiesto que se solidariza con Lula, preso por corrupción, afronta dos premisas básicas de las relaciones internacionales que están incluidas en la Constitución brasileña como principios fundamentales: la no intervención y la autodeterminación. Aparte de eso, Lula que tuvo su proceso juzgado por dos instancias judiciales involucró a más de trece jueces, obteniendo la recusa de su libertad todas las veces. Los firmantes de la carta piden el respeto a la Constitución brasileña y al Estado democrático de derecho como argumento para permitir la candidatura de Lula para las elecciones de octubre. Según la ley ningún ciudadano condenado en segunda instancia poder competir en elecciones, esta instancia aumentó la pena de Lula, haciéndolo entonces inelegible.
El sistema judicial brasileño garantiza a los poderosos que pueden pagar caros abogados procesos judiciales interminables que siguen tramitando sus causas en instancias superiores, mientras los pobres que no pueden pagar defensores ni siquiera logran llegar a la primera instancia. Por increíble que parezca, 40% de los que están presos hoy en Brasil nunca fueron puestos delante de un juez, un fiscal jamás lo acusó formalmente por ningún delito y no tienen cualquier condena emitida por el judiciario.
Entre esos 40% muchos son acusados por crímenes muy menores, otros simplemente son inocentes, presos por alguna confusión policial. Pero para éstos no hay preocupación del cumplimiento del estado democrático de derecho. La izquierda chilena está preocupada en otros temas, en la mantención de la referencia, del mito Lula.
Tito Olavarría, estudiante Ciencia Política, UCTemuco
Condena al racismo
Se dice generalmente que la discriminación e inhumanidad contra los mapuches y demás descendientes de antiguas naciones indígenas americanas tiene como causa la superioridad racial europea de los conquistadores españoles, desde el siglo XV (1492). Tal vez sí, hasta el siglo XX (1945), hace 73 años; o tal vez no, desde 1945 hasta hoy.
Porque ante la causa racista de la II Guerra Mundial, dos naciones europeas: Inglaterra y Estados Unidos -precisamente ambas de filosofía libertaria, política democrática y religión bíblica- resuelven disponer sus Ejércitos para combatir, vencer y detener el más crudo, efectivo y horroroso racismo nazi de Hitler. Y su racismo, conforme a una evidente filosofía irracional e inmoral, una política criminal y esclavista, y una religión pagana e idólatra. Su efecto práctico: exterminio programado de 6 millones de judíos, sin contar los millones de otros orígenes. ¿Es esto superioridad racial europea? Afortunadamente, eso ya fue juzgado y condenado por los propios europeos cristianos.
Incuestionablemente, la libertad, la democracia y los valores humanos asentados en el valor absoluto que es Dios en naciones civilizadas, ya no pueden estar a la intemperie de voluntades humanas corruptas, codiciosas de poderes totalitarios y ventajistas; menos aún bajo arbitrariedades de abandono del pobre y el débil, entre otros, el derecho mapuche de educación sistemática de integración a la sociedad chilena valorando su propia historia, idioma y religión. Recuérdese, aquel racismo fue vencido por las armas y aquel otro totalitarismo ateo, entre 1989 y 1991, se derrumbó solo.
Sergio Liempi Marín
Cableado eléctrico
Hace más de quince días que fui a las oficinas de la CGE para dar a conocer de unas zapatillas que estaban colgadas en el cableado eléctrico en el Block Uno pasando la iglesia por Camiña y Los Apachetas, lo que es un peligro de todo los días. Según ellos en tres horas iban a venir a solucionar esto y hasta hoy no han venido. Cada día uno está preocupada de esto que es culpa de las personas que tiran las zapatillas a los cables sin pensar en el daño que hacen, no solamente aquí sino que en varios sectores de Temuco pasa lo mismo.
Elizabeth Cifuentes Mena, presidenta Comité de Adelanto Las Apachetas
Francia, un equipo multinacional
Algún día Chile ganará un Mundial de Fútbol y, será muy probable, cuando la mezcla de razas haga lo suyo. Pero no sería gracia que sea solamente en el deporte, sino también en los escaños del Parlamento.
Felicidades a Croacia, país luchador y con dos goles de pelota en movimiento, sin menospreciar los dos últimos goles de Francia en el césped del estadio en Moscú.
Rusia realmente organizó en este 2018 un estupendo Mundial y sin haberse visto los rostros feos y de terror que nos mostraban antiguamente en los comics.
Guillermo Riffo