Si bien es característico que junto con las Fiestas Patrias en Temuco se vengan nubes negras y cargadas de lluvia, sin duda que este septiembre de 2018 será recordado por la cantidad de agua que precipitó en cada uno de los días y noches en que las ramadas de la Isla Cautín estuvieron abiertas al público.

Sin embargo, el entusiasmo de los temuquenses por celebrar pudo más, y es así que pese al viento, la intensa lluvia y a ratos el granizo, no fue extraño ver a la familia local corriendo de fonda en fonda intentando escapar de la lluvia, muchas saltando las pozas, otras premunidas de cascos, bolsas plásticas y cualquier elemento que pudiera cubrir la cabeza de los valientes sibaritas dieciocheros.