Carolina Torres Moraga
Más de la mitad de los niños y niñas de La Araucanía ha sufrido algún tipo de maltrato físico al interior de sus hogares y un número no menor ha experimentado violencia de tipo psicológica de parte de los adultos que los crían.
Así lo reveló el estudio denominado "Modelos culturales de crianza en Chile: castigo y ternura, una mirada desde los niños y niñas", que realizó la ONG World Vision en conjunto con la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile, el que fue presentado y analizado recientemente por investigadores de la Universidad Santo Tomás sede Temuco.
La investigación, que se realizó con 2.456 niños de séptimo y octavo básico (12-13 años) de colegios municipales, particulares subvencionados y particular pagados de las regiones de Antofagasta, Metropolitana, Valparaíso, Biobío y La Araucanía, determinó que un 49,9% de los hogares en el país emplea algún tipo de violencia como método de crianza.
Nuestra Región se encuentra por sobre el promedio nacional, considerando que los resultados arrojan que el 52,3% de los menores ha sufrido alguna forma de violencia física, mientras el 16,3% de los consultados ha sido víctima de violencia psicológica y, a la vez, el 31,4% sufre de manera combinada ambos tipos de violencia tanto física como psicológica al interior de sus hogares (ver gráfico).
Tipos de violencia
En cuanto a las formas de violencia física, éstas pueden ir desde las más leves como tirones de oreja, cachetadas u otros hasta maltratos graves como golpes. "Las cifras en nuestra Región son importantes porque si sacamos la cuenta en un grupo de 10 niños, cinco de ellos estarían siendo víctimas de algún tipo de violencia física por parte de un adulto", explicó la psicóloga Fabiola Haro, coordinadora de la Clínica de Atención Psicológica de la UST, quien dijo que estos resultados dejan de manifiesto que la violencia se encuentra naturalizada dentro de los patrones de crianza.
"Claramente está naturalizada la violencia, pero la verdad es que todos los estudios señalan que el mejor predictor de conducta positiva en los niños es cuando el padre o la madre logran instaurar estrategias de pauta de crianza basadas en el refuerzo positivo, donde se valora la conducta de un niño. Obviamente se establecen límites porque a los niños hay que establecerles pautas, rutinas, conductas esperables y no esperables; entonces lo que se hace es entregar un refuerzo o retirarlo dependiendo del funcionamiento", aseveró la profesional, quien además coordina el Diplomado en Intervención en Violencia Sexual hacia Niños y Niñas de la UST.
A juicio de la profesional, el estudio deja como lección que el único modelo de crianza exitoso es el que excluye cualquier forma de violencia. "¿Por qué hoy día tenemos tantos niños con problemas conductuales? Es básicamente porque se fluctúa entre la permisividad y la agresión; entonces esto pasa porque en general como sociedad no entendemos al niño como sujeto de derecho. Por eso el modelo de crianza que mejor favorece es cuando se excluye cualquier tipo de violencia y donde las expresiones hacia el niño siempre están basadas en el amor, la ternura, establecer relaciones basadas en el reconocimiento de sus logros, en su autonomía progresiva, en que son seres humanos en formación, pero no incompletos, entonces todo eso ayuda mucho a mejorar", resaltó.
A la vez, Haro agregó que las escuelas para padres deberían cumplir un rol formador.
"Las escuelas para padres son un tema súper necesario hoy en día en nuestro país, pero lamentablemente no hay mucha potencia en el recurso que se entrega desde el Estado para aportar desde el colegio, incluso desde la formación preescolar, ciertos aprendizajes básicos para las pautas de crianza adecuadas", dijo.
Rol de la madre
Según la información entregada por los menores, la madre es en gran parte quien disciplina y acoge a los hijos dentro del hogar. El 69,7% de los niños señaló que el adulto que le enseña o corrige en la casa es la madre, superando en tres veces a los que señalaron que el padre cumplía ese rol (20,8%).
Para un 49,3% es ella misma quien los acoge para contenerlos en momentos de tristeza. "Desde la perspectiva de los niños encuestados, el padre no cumple la función ni de disciplinar ni acoger, esa doble función la está cumpliendo la madre. Las mujeres hoy en día están asumiendo un papel en el mundo laboral, la administración del hogar, pero además la doble función de disciplinar y acoger a los hijos en el hogar", destacó Dimas Santibáñez, académico de la Universidad de Chile e integrante del equipo que realizó el estudio.
En tal sentido, para la psicóloga Fabiola Haro efectivamente en la distribución de familia en general tiende a ser más potente la presencia de la madre. "Ahora esto tiene que ver un poco con construcciones sociales, porque no quiere decir que un padre solo no pudiese incorporar un estilo de relación más amoroso con sus hijos", argumentó.
No obstante, y al contrario de lo que se creería, los niños también reconocieron que recibían -en un 93,2% de los casos- "siempre o casi siempre" muestras de ternura por parte de sus padres, tales como besos, palabras que manifiestan amor o que los hacen sentir bien.
"Nuestra tarea es contribuir con información que permita a los diferentes agentes públicos y privados a diseñar mejores programas e iniciativas, para que en la práctica promuevan un cambio cultural", señalan desde World Vision Chile, quienes insisten en que este estudio marca un precedente para solucionar los principales problemas en la relación que se da entre padres-hijos.
de los hogares del país emplea algún tipo de violencia como método de crianza, lo que se encontraría prácticamente naturalizado en las familias. 31,4%