Un reciente estudio de World Vision sobre la crianza de los niños en el país, reveló una preocupante realidad que deja al descubierto el uso de la violencia como una estrategia de enseñanza al interior de los hogares, al develar que más de la mitad de los niños y niñas de La Araucanía ha sufrido algún tipo de maltrato físico. Además, un número no menor ha experimentado violencia psicológica de parte de los adultos que los crían.

La investigación, denominada "Modelos culturales de crianza en Chile: castigo y ternura, una mirada desde los niños y niñas", realizada por la ONG en conjunto con la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile, se centró en 2.456 menores de séptimo y octavo básico cuyas edades oscilaban entre los 12 y 13 años, pertenecientes a colegios municipales, particulares subvencionados y particulares pagados de las regiones de Antofagasta, Metropolitana, Valparaíso, Biobío y La Araucanía. Pues bien, el resultado de la indagatoria no solo es preocupante, sino que debe llamar profundamente a la reflexión al interior de las familias, toda vez que un 49,9% de los hogares en el país emplea algún tipo de violencia como método de crianza.

La Araucanía no muestra datos muy alentadores, e incluso se halla por sobre el promedio nacional, considerando que los resultados arrojan que el 52,3% de los menores ha sufrido alguna forma de violencia física, mientras el 16,3% de quienes fueron consultados ha sido víctima de violencia psicológica.

En términos simples, la indagatoria deja al descubierto las formas de crianza utilizadas en la Región, donde más de la mitad de los niños ha sufrido violencia que va tirones de oreja, cachetadas, hasta maltratos graves como golpes. Por ello, además de llamar seriamente a la reflexión, estos datos deben hacernos comprender que hay un problema grave que debe ser abordado con prontitud y seriedad, toda vez que no pueden naturalizarse pautas de crianza sustentadas en la violencia como un método efectivo de enseñanza. Es necesario, entonces, que los padres y las familias entiendan que, como lo señalan los expertos, el mejor predictor de conductas positivas en los niños es cuando el padre o la madre logran instaurar estrategias basadas en el refuerzo positivo, donde se valora la conducta de un niño, estableciendo límites, pero entendiendo y asumiendo que el único modelo de crianza exitoso es el que excluye cualquier forma de violencia.

Hace 40 años | 24 de septiembre de 1978

Construirán 268 viviendas sociales en Temuco

La Intendencia y la Municipalidad de Temuco han iniciado un programa conjunto que tiene como objetivo fundamental erradicar de manera definitiva las mediaguas de la población Lanín. Este año se materializará la construcción de 68 viviendas sociales en el sector y el próximo serán 200 las casas contempladas.

Hace 10 años | 24 de septiembre de 2008

Roban 200 kilos de comida en jardín infantil

Delincuentes arrasaron con bodega del establecimiento Gotita de Villa Los Cóndores de Temuco y literalmente "vaciaron" la bodega de los productos destinados a la alimentación de los niños que en dicho lugar estudian. Se trata del segundo hecho delictual de las mismas características en el año y el octavo en una década de funcionamiento.

Hace 1 año | 24 de septiembre de 2017

Detienen a Llaitul y a otras siete personas

Con amplios operativos policiales efectuados en las comunas de Concepción, Los Ángeles, Ercilla y Temuco, Carabineros detuvo al líder y vocero de la Coordinadora Arauco Malleco, Héctor Llaitul Carrillanca, junto a otras siete personas, por el delito de asociación ilícita en el marco de las investigaciones por los ataques incendiarios.

Los últimos acontecimientos acaecidos en colegios de excelencia en Santiago han incentivado a crear una ley de expulsión de los alumnos que cometan acciones punitivas contra sus maestros y las infraestructuras de sus edificaciones.

Arrastramos en los últimos 40 años la ingrata mochila de un deterioro del sistema educacional chileno que otrora fuera un ejemplo para los países latinoamericanos, una ingrata mochila de deficientes resultados en los momentos que se mide la calidad de su excelencia y ello, digamos la verdad, no es solamente algo que ocurre en la institucionalidad del sistema público sino que también en gran parte de los colegios particulares subvencionados.

En Chile, y soy testigo de ello, somos más propensos a buscar la sanción que analizar las causas que provocan los delitos o las infracciones a las leyes.

En el Parlamento siempre critiqué las iniciativas, por ejemplo, que buscaban pragmáticamente disminuir la edad para aplicar la imputabilidad a "niños", ya que se intentaba nivelarla a los 14 años. Por supuesto ellas derivaban en la sanción al instituto de los horrores conocidos como Sename que es un coto político electoral en donde sus representantes se disputan en forma encarnizada por nombrar en la dirección de esta institución a activistas políticos que posteriormente deberán trabajar con recursos y otras granjerías de dichas instituciones para la reelección de sus padrinos.

Recuerdo la Ley de Violencia de los Estadios, cuyo resultado es de una ridícula incapacidad real que ha motivado el castigo de nuestro principal campo deportivo como lo es el Estadio Nacional por los desmanes sistemáticos de un porcentaje no menor " de deportistas".

No barramos bajo la alfombra, la familia de fines del siglo XX y de los inicios del siglo XXI en una cantidad no despreciable, se desentiende de la formación primera de sus hijos y cínicamente entregan lo que es irremplazable a la responsabilidad del colegio y sus maestros.

Deseo fervientemente que funcione la Ley anunciada y que no vaya a resultar "peor el remedio que la enfermedad".

Se sostiene en esta ley que los alumnos que sean expulsados de los colegios en donde desarrollan los atentados se le trasladará a otros. ¿Cuáles serán esos colegios?, ¿participarán junto a los docentes, gendarmes o funcionarios de Carabineros?

Difícil la redacción de la Ley. Es necesario que nos detengamos en cómo funcionan las familias de los jóvenes activistas, cómo actúa el actual Ministerio de Educación que no tiene escuelas ni responsabilidad en el desempeño de los docentes, lo que queda en manos de los alcaldes o de Daem que generalmente son autoridades sumisas al poder de la autoridad comunal.

Lejana está la realidad en que la educación era una atención preferente y exclusiva de un Ministerio de Educación.

Si esta ley se aplica y fracasa en la realidad ¿qué vendrá después?

Roberto Muñoz Barra, exsenador, presidente Instituto Estudios Públicos Social Demócrata