Ciudades amigables con las personas mayores
Es un hecho que la población chilena está envejeciendo y debemos adaptarnos rápidamente a este cambio demográfico y a las características de la población mayor. Debemos abordar los desafíos urbanos que esta realidad nos está presentando y preparando a las ciudades y comunas, con el fin de que en ellas se pueda vivir un envejecimiento activo, que favorezca la autonomía, la participación y el bienestar de las personas mayores en la sociedad.
La Organización Mundial de la Salud hace un llamado a las ciudades para prepararse ante el progresivo envejecimiento de la población y el intenso proceso de urbanización. Chile quiere avanzar en este sentido, concretamente en la materialización de ciudades amigables, un proyecto multisectorial que busca implementarse en cada una de las comunas de nuestro país, a partir de un modelo colaborativo de trabajo que incluya al Estado, el sector privado, la sociedad civil, la academia y las personas mayores.
Este proyecto es parte fundamental del programa Adulto Mejor, que la Primera Dama, Cecilia Morel, presentó hace unos días y el que a través de iniciativas concretas busca acercar a las personas a las instituciones y servicios de nuestro país, adaptar las ciudades para que sean más amigables con las personas mayores y fomentar una vida más saludable.
Por ello, hacemos un llamado para comenzar a trabajar en ciudades amigables con los mayores, donde las políticas, los servicios, los entornos y las estructuras apoyen y faciliten el envejecer con dignidad y calidad de vida.
El 19 y 20 de noviembre próximos, como Gobierno de Chile llevaremos a cabo el seminario internacional "Ciudades Amigables con las Personas Mayores", encuentro que permitirá conocer experiencias exitosas, extranjeras y nacionales, con el objetivo de dar inicio a esta gran tarea que nos hemos propuesto y contar cada vez con más espacios dignos para las personas mayores.
Octavio Vergara Andueza, director del Servicio Nacional del Adulto Mayor
Creer es conocer
Nos encontramos dialogando en una convocatoria, de mayoría cristianos evangélicos, con el profesor Sergio Caniuqueo sobre "interculturalidad". Allí el reveló que era ateo y prefería la sociología marxista, porque no puede tener fe. Claro, se subentendió que con esa aclaración él no quiso decir que los cristianos somos unos simples crédulos.
Por cierto, desde la teología bíblica la fe es creer, porque creer es conocer, conocer es confiar y confiar es confesar. Luego, si no se leen los cuatro Evangelios y no se conoce que Mateo, Marcos, Lucas y Juan, escriben y describen desde cuatro puntos de vista diferentes, sin embargo, relatan exactamente las mismas cuatro características del único verdadero hombre y verdadero dios que estuvo en esta tierra, hecho supremo que marcó para siempre el año 1 de la era cristiana para toda la humanidad. Esto, a saber: su nacimiento virginal y divino, sus enseñanzas superiores e incomparables, su muerte sacrificial para la salvación del creyente y su resurreción por la eternidad. Obvio. Sin estos conocimientos que fluyen de los cuatro Evangelios, no puede haber fe salvadora. Datos fidedignos que, en 2018 años, la incredulidad más sistemática no ha podido reducirlos a cero. Con razón, un historiador dijo: "Por libros sagrados tienen los cristianos libros de historia".
Bueno, por mi parte, sostuve que: si el lenguaje es la gloria del hombre, entonces el mapudungún es la gloria del pueblo mapuche, por cuanto ha creado sus códigos y si la religión es la honra del hombre que, como criatura adora a su creador, entonces el Ngillatún es la honra del pueblo mapuche, por cuanto ha creado sus ritos y símbolos: Ngillatuwe, Rewe, Machi.
Sergio Liempi Marín
Congestión vehicular en Temuco
Señor Director, junto con saludarle, queremos presentar la siguiente problemática social, empezando por señalar el hecho de que todas las mañanas los ciudadanos de nuestra Región, siendo mayoría estudiantes y empleados con una jornada extensiva y extenuante, toman el transporte público para llegar a sus respectivos destinos, y lamentablemente se ven afectados por la gran congestión vehicular. Por consecuencia se ven perjudicados por no llegar en horario de entrada que corresponde, aplazando sus horas de trabajo en algunos casos, en resumen, incumpliendo en su puntualidad.
Uno de los principales factores a destacar dentro de este problema es la responsabilidad del conductor, de forma que, a causa de la infracción a la norma que especifica la cantidad de personas que pueden abordar un microbús.
Nos gustaría que nuestro planteamiento acerca de lo ya mencionado fuese motivo de real reflexión.
¿Será posible resolver esta problemática social implementando nuevas ideas?
Estudiantes del Liceo Pablo Neruda