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Los años en Temuco del teniente Dagoberto Godoy a 100 años de su hazaña en el Bristol

TRAVESÍA. Entre vestir el hábito de sacerdote y abrazar la carrera de las armas, el joven Dagoberto eligió esto último, lo que le significó quedar en la historia de un país.
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Guillermo Chávez

Cien años se cumplen este miércoles 12 de diciembre de la hazaña realizada por el piloto militar temuquense Dagoberto Godoy Fuentealba, al inaugurar en 1918 la ruta aérea entre Chile y Argentina en un avión Bristol.

A cien años del vuelo del siglo, quien maneja más información en Chile sobre este memorable hecho es el historiador y escritor Héctor Alarcón Carrasco, autor del libro "Cóndor de Los Andes", en el que relata detalles desconocidos del joven Dagoberto Godoy, y cómo se gestó la aventura que marcó un antes y un después en la aviación interamericana.

Sus padres, a la vez hijos de colonos chilenos oriundos de Chillán, fueron Abraham Godoy y Clotilde Fuentealba. Él, desde el sector de Cajón viajaba con frecuencia a Temuco a visitar a la novia cuyos padres vivían en la esquina de las calles San Martín y Vicuña Mackenna. Pronto Abraham la pidió en matrimonio y de esta unión nacieron dos hijos, Dagoberto y Luis. Cuando nuestro personaje cumplía nueve años, una banda de bandoleros asesinó a su padre y junto a su hermano fue traído a vivir a la casa de Temuco, donde terminó de ser criado por dos tías mustias y de trajes oscuros, que nada más esperaban que el muchachito vistiese la sotana de cura. Sus primeros estudios los realizó en el Instituto San José. Su madre, viuda, había quedado haciéndose cargo de la hijuela de Cajón.

En aquellos años, la joven ciudad crecía alrededor de la actual Plaza Recabarren, resguardada por el Regimiento Tucapel. Desde la puerta de la casa en calle San Martín, Dagoberto, con la angustia de ser cura, observaba las maniobras hasta que un día se dijo: "Yo quiero ser militar". Con la idea en mente se atrevió, cruzó la plaza y se dirigió a la Comandancia de Guarnición en donde fue atendido por un capitán a quien le explicó sus anhelos, rindió su examen de admisión y en febrero de 1910, con 16 años, ya vestía el uniforme de cadete de la Escuela Militar de Chile. Era el año del Centenario de la Independencia.

LA AERONáUTICA

Ya estaba decidido el futuro del joven cadete Dagoberto Godoy que inicia su carrera militar, sin perder el contacto con Temuco…

Su hazaña se comenzó a gestar cuando en una gira militar cruza por primera vez la cordillera en el tren que lo lleva hasta Mendoza, memorizando la ruta para realizar, algún día, el mismo viaje por aire. Al egresar de la Escuela Militar lo hace con el grado de teniente segundo y oficial Ingeniero. Es designado al Batallón de Ferrocarrileros, junto a la Escuela de Aeronáutica del Ejército recién en formación, en donde comienza a observar maniobras y prácticas aéreas. Allí, "el cabrito Godoy" como le decían por su baja estatura, manifestó su deseo de ingresar a la aviación ante la mirada despectiva de los pilotos más avezados, pero ya con la intención de cruzar la cordillera.

Ante tal arrojo, fue aceptado e inició su carrera volando en aviones pequeños, armados allí mismo. En Europa se vivía la Primera Guerra Mundial y ningún país vendía aviones a quienes no estuviesen involucrados en la conflagración. Sólo al término de la guerra los ingleses disponían de 125 aviones Bristol M.1C de alta velocidad, de los cuales doce de ellos vinieron a dar a Chile. En uno de ellos, Godoy preparó su histórico vuelo que realizó la madrugada del 12 de diciembre de 1916, sobrevolando la parte más alta de la cordillera hasta aparecer en Mendoza. Ante la expectación de los argentinos. Godoy eligió en el sector Lagunita un amplio potrero para aterrizar, con la mala fortuna que una alambrada detuvo su carrera y destruyó el avión, escapando el piloto sólo con rasguños.

HONORES Y AGASAJOS

Superado este incidente, el chileno fue agasajado con todos los honores en Buenos Aires y a su regreso a Chile comienza la leyenda. Su hazaña fue celebrada en vida del aviador con todos los honores. El avión fue traído a Chile pero más tarde se perdió en un incendio.

Trasladado a la Comandancia General de Armas de Santiago, Dagoberto Godoy es llamado a retiro del Ejército el 15 de julio de 1924, con el grado de capitán y con un sueldo de hambre, procurándose un empleo para subsistir. Se casó en 1924 con Ernestina Lisboa, de cuyo matrimonio nacieron seis hijos.

"El Cóndor de Los Andes" falleció a los 75 años el 8 de septiembre de 1960, en Santiago. Hasta los últimos días de su vida recibió honores, alcanzando el grado de general de Brigada Aérea. La provincia de Cautín se sumó a estos festejos con diversos homenajes, proponiéndose cambiar el nombre de la Avenida Alemania por el de Teniente Dagoberto Godoy. Ante la oposición de los descendientes de alemanes, se optó por darle su nombre a la ex plaza Pedro León Gallo, en memoria de un adinerado empresario minero y político radical sin mayor trascendencia en nuestra ciudad. Fue durante el primer período del alcalde Germán Becker Bäechler, en octubre de 1965, que a este espacio verde aledaño al Hospital se le cambió el nombre por el de Plaza Teniente Dagoberto Godoy, y cuando el municipio ordenó construir un busto que permanece mirando hacia el sur en calle Manuel Montt.

Por su hazaña, cada 12 de diciembre, se celebra el Día de la Fuerza Aérea de Chile.