Buenos argumentos
Afortunadamente, nuestra Cámara de Diputados cuenta con tan buen nivel de parlamentarios, por ejemplo, los diputados Garín (RD) y Gastón Saavedra (PS), un abogado y un ingeniero en ejecución, quienes han manifestado su nutrido punto de vista de la situación económica chilena declarando que el "país aún no tiene tiempos mejores".
Y dado que son sólo sensaciones, ahora sí que el actual ministro de Economía, economista de la Universidad de Chile y profesor de la misma universidad, tendrá un argumento difícil de justificar cuando se niegue que la economía se ha puesto en marcha desde que se asumió el Gobierno.
Ricardo Oyarzún.
Centro político
En un contexto eleccionario polarizado en los extremos de izquierda o derecha, la disputa por los votantes del centro político cobra relevancia. Más aún, y proyectando el escenario presidencial de 2021, lo cierto es que esta suerte de orfandad, de vacío de poder en el espacio denominado de centro, alienta el crecimiento de los extremos y acrecienta la poca certeza en torno a los destinos de nuestro país.
Por lo mismo es muy necesario proyectar un nuevo espacio donde puedan converger ideas moderadas y liberales. Ideas que favorecen el diálogo, los acuerdos y consensos en pos del bien común, de aportar a mejorar la calidad de vida de las personas. Un espacio capaz de otorgar estabilidad a nuestra democracia e incentivos que propicien la participación de un grueso de la población que no se siente representada por posturas extremas.
Si queremos proyectar Chile debemos no solo recuperar el diálogo, sino también valorar la riqueza de nuestra diversidad, tanto territorial como demográfica y cultural, conscientes de que un país moderno es aquel capaz de avanzar en forma tanto conjunta como colaborativa, valorando las buenas ideas, vengan de donde vengan, y entendiendo que hay un objetivo mayor, que se llama Chile, al cual todos estamos llamados a aportar y construir. Cuando Chile trabaja colaborativamente, a las chilenas y chilenos les va bien.
Rodrigo Durán Guzmán
Migración: derechos y deberes
A flor de labio hoy se esgrimen eslóganes populistas y claramente en sus resultados, disgregadores de las sociedades humanas por la forma y fondo incompletos o ideologizados de sus planteamientos. Ejemplo, los derechos humanos, que si bien entendemos no están errados, sí adolecen de graves y serias omisiones, por la forma en que se conceptúan.
Qué diferente, por ejemplo, sería que el planteamiento del pacto migratorio actual de la ONU, en que se pretende esgrimir que la migración sea un derecho humano, fuese acompañado y de manera explícita del concepto correspondiente de deberes y responsabilidades de los migrantes del mundo, en tierra ajena.
A la luz de cómo está planteado, será casi imposible un entendimiento, concordancia, aprecio y menos aplicación transversal en los hechos que ello implicaría, en especial por sus implicancias colaterales económicas; ya no visto como acuerdo o pacto o norma, a nivel gubernamental, institucional de los países, si no a nivel local de grupo, familia o individuo propio de cada nación.
José Manuel Caerols Silva
Ricardo Lagos y la "improvisación"
Se puede parafrasear a nuestro expresidente Ricardo Lagos cuando cuestiona la "improvisación" en la decisión del gobierno de Sebastián Piñera, en cuanto a restarse del Pacto Migratorio y termina diciendo que "es un daño innecesario al Estado, muy negativo y que no está a la altura de Chile".
Aplicando a su creación y puesta en marcha del Transantiago, que también tuvo mucho de "improvisación" (todavía se le hacen ajustes después de 16 años de su creación), con "el daño innecesario al Estado" (mega millonarias subvenciones del Estado para mantenerlo en funciones, fondos que hacen tanta falta para atender otras falencias nacionales), lo de negativo y que no estaba y que sigue no estando a la altura de lo que merecen los chilenos.
Solo bastaría con las opiniones de los millones de chilenos que han usado el Transantiago desde sus albores en donde quedaría de manifiesto que "entre el dicho (discurso de inauguración con promesas del Transantiago) y el hecho (funcionamiento real del Transantiago con el incumplimiento de las promesas a lo largo de los años) tuvieron un tremendo trecho...".
Luis Enrique Soler Milla