Con la visita del ministro de Vivienda y Urbanismo, Cristián Monckeberg, se dio por reiniciada oficialmente la construcción del Tercer Puente entre Temuco y Padre Las Casas.
El millonario proyecto cuyas obras quedaron abandonadas en septiembre del año pasado, quedó formalmente en manos de la constructora Belfi S.A., una empresa chilena con más de 50 años de experiencia en obras públicas.
Las faenas fueron retomadas ayer por la mañana, luego de que el ministro Monckeberg y otras autoridades regionales hicieran entrega del terreno a la nueva constructora.
"Estábamos con una deuda pendiente que se arrastraba por mucho tiempo, pero el contrato con esta empresa chilena ya está visado por Contraloría y eso significa que en agosto del 2020 estaremos terminando las obras", anunció el ministro.
"Lo que queremos es mejorarle la calidad de vida a las miles y miles de personas que permanentemente transitan por acá y desde hace mucho tiempo han estado pasando un infierno de demoras y retrasos producto de esta situación. Con esto, queremos reparar lo que están sufriendo las familias día a día", dijo Monckeberg.
Un largo proceso
El Tercer Puente es una idea que viene arrastrándose desde hace más de 10 años y que, luego de pasar por las etapas de factibilidad y diseño, adjudicó las obras al Consorcio Paicaví, un grupo de tres empresas españolas y una chilena que firmó contrato por $47 mil millones en noviembre del 2013.
Las obras iniciaron en mayo del 2014 y debían estar terminadas en octubre de 2016, pero Paicaví se declaró en quiebra y abandonó las obras en septiembre del año pasado.
Fue entonces cuando las autoridades comenzaron a planear la división del megaproyecto y determinaron dividirlo en dos: las obras viales y el Tercer Puente como tal.
Al asumir como director del Serviu, el arquitecto Hugo Cruz determinó convocar a un grupo de empresas de alto prestigio para evaluar sus antecedentes y adjudicarles la reanudación de las obras mediante un contrato directo, un proceso que es mucho más rápido que una licitación abierta.
"La urgencia era lo que primaba en este caso y la vía del trato directo se ajusta al contexto en el que recibimos la obra: en abandono y a medio terminar. Convocar a las mejores empresas nos permitió ahorrar meses", explicó Cruz.
La nueva empresa
La empresa Belfi es una de las constructoras de más renombre en cuanto a obras portuarias, aeronáuticas y carreteras del país.
A modo de ejemplo, dentro de su currículum se puede encontrar la construcción del aeropuerto La Araucanía, el aeropuerto de Atacama, los puertos de Valparaíso, Mejillones, San Antonio, Punta Arenas y Talcahuano, además de la instalación de pozos de extracción de gas y petróleo en el océano.
Rafael Pérez, ingeniero de Belfi que quedó como residente de obra, comentó que retomar la obra en este estado es "complejo, pero representa un desafío que estamos dispuestos a asumir y lograr".
"Vamos a tardar un mes para revisar cada parte de la estructura y verificar su estado mientras instalamos las faenas, eso significa que en enero no se verán avances físicos, pero vamos a estar trabajando", dijo.
El contrato firmado implica que Belfi termine la conexión de General Mackenna con el Tercer Puente y también se refuerce el Puente Viejo.