A las 8.30 horas de este miércoles 2 de enero, en el Tribunal Oral en lo Penal de Angol, se iniciará el juicio contra el sargento segundo de Carabineros, Cristián Rivera Silva, quien es acusado por la Fiscalía de disparar por la espalda y a quemarropa al joven Brandon Hernández Huentecol, hecho ocurrido el 18 de diciembre de 2016, en la comuna de Collipulli.
La investigación que lleva a cabo la Unidad de Derechos Humanos de la Fiscalía, imputa a Rivera Silva un cuasidelito de lesiones graves y el ilícito de apremios ilegítimos, tratos crueles, inhumanos y degradantes.
Por los apremios ilegítimos, el Ministerio Público pidió una pena que alcanza los 10 años de presidio, mientras que se solicita otros 540 días de cárcel por el cuasidelito de lesiones graves.
A más de dos años de ocurridos los hechos, el juicio se llevará a efecto en Angol, y se prevé que los magistrados Germán Varas, Francisco Boero y Wilfred Ziehlmann se tomen al menos seis jornadas para llegar a un veredicto.
La Fiscalía adelantó que son 37 los testigos que prestarán declaración respecto al hecho. Entre ellos destaca el testimonio que brindará en estrado la víctima del baleo, el joven Brandon Hernández.
Además serán 14 peritos los que expondrán los resultados de sus diligencias investigativas. A ellos se sumarán otros dos peritos particulares ofrecidos por los abogados querellantes de la causa.
Baleo
Según detalla la acusación que ingresó la Fiscalía en la causa, los hechos se remontan a la tarde del 18 de diciembre de 2016, cuando en medio de un control vehicular un efectivo de Fuerzas Especiales de Carabineros accionó su escopeta calibre 12, marca Escort, modelo Hatzan, contra la espalda y pelvis derecha del joven comunero mapuche.
De acuerdo a la indagatoria, el sargento segundo Cristian Rivera lanzó al suelo Brandon Hernández, luego de que éste tratara de auxiliar a su hermano menor, quien había sido aprehendido por los policías.
"A pesar de que el procedimiento policial se encontraba completamente controlado, (Rivera) lo toma (a Brandon Hernández) fuertemente de su cuello, dándole un golpe en la espalda con el arma de fuego que portaba, para posteriormente apuntarle con dicha arma, obligándolo a lanzarse al suelo, colocando su pie sobre la espalda del menor, amenazándolo con disparar", señala el fiscal que instruye la causa, Nelson Moreno.
Tras el disparo de escopeta, el joven resultó con lesiones de carácter grave, consistentes en trauma abdomino pelviano con arma de fuego, fractura expuesta de pelvis, perforación intestinal múltiple, lesión en la pierna derecha y hematoma retroperinial.
Minutos más tarde fue llevado por Carabineros hasta el Hospital de Collipulli y de ahí fue derivado al Hospital de Angol donde fue operado de urgencia. Luego de ser estabilizado llegó a la Clínica Alemana de Temuco, donde se mantuvo internado por más de un mes.
Durante su estadía el joven de 17 años fue sometido a más de una decena de intervenciones quirúrgicas.
En marzo de 2017, en tanto, la Fiscalía realizó una de las diligencias más importantes del caso: la reconstitución de escena.
En la instancia participó Brandon Hernández, el funcionario de Carabineros que disparó su arma aquel día, efectivos de la Brigada de Homicidios de la PDI de Temuco y un perito balístico particular que aportó la defensa.