2018: Carabineros y Temuco a la B
Si hiciéramos la analogía entre un partido de fútbol y el periodo de gobierno en desarrollo del Presidente Sebastián Piñera, nos encontramos aún observando los primeros 25 minutos del primer tiempo y la cosa se ve complicada. El público se está poniendo nervioso, el equipo no encuentra su juego, los encargados de repartir justicia en la cancha no lo han hecho muy bien, incluso hay que hacer un inédito cambio masivo de los referíes (árbitros), pero tranquilos aún quedan tres cuartos de partido y todo puede cambiar, positivamente esperamos.
Producto de la alta votación obtenida, particularmente en La Araucanía, las expectativas ciudadanas respecto del nuevo Gobierno eran elevadas, lo que ya implicaba un gran desafío. La instalación del Gobierno Regional a algunos pareció lenta, pero tuvo que ver con la necesaria prudencia y curvas de experiencia logradas en el periodo anterior de gobierno. Una vez instalado, surgieron propuestas llamativas, quizá la más emblemática fue el Plan Impulso, donde se anuncia un conjunto de medidas concretas en favor del desarrollo regional, también se hacen avances en establecer una línea base para cambios políticos que atiendan las demandas político -sociales históricas de la Región. Pero como en una novela de Arthur Conan Doyle, mientras todos estaban tranquilos porque el perro no había ladrado en toda la noche, el extraño suceso era justamente aquel: la ausencia de ladridos.
La crisis de Carabineros venía ya hace rato manifestándose, las malas prácticas generalizadas, los escándalos de malversación de fondos, luego falsificaciones de pruebas en Caso Huracán, todo hablaba de un deterioro sistemático y generalizado de una de las instituciones otrora más respetada y confiable del país. No fue de extrañar entonces que en la que quizá sea la región más compleja del Chile, respecto de los desafíos que presenta, sea donde nuevamente queden en evidencia los problemas institucionales de Carabineros, acompañado ahora de un problema político histórico del Estado de Chile que se concentra y desarrolla principalmente en La Araucanía.
Finalmente, este año 2018 será recordado por la tragedia de Camilo Catrillanca y todo el significado político que esto representa en La Araucanía. Como nadie se puede bañar dos veces en mismo río, sólo queda lograr un aprendizaje no solo de este 2018, sino de los últimos 200 años de historia, para convertir esta crisis en un punto de inflexión que nos permita, volviendo a la analogía futbolista, terminar con éxito el partido y no sufrir un siempre lamentable descenso.
Mauricio
Partarrieu, académico de la Ufro.