No da tregua la crisis en Venezuela: el Ministerio Público ordenó investigar al líder opositor Juan Guaidó, mientras crece la tensión entre Rusia y Estados Unidos luego de que Moscú repudiara las sanciones económicas impuestas por EE.UU. a la petrolera estatal venezolana y acusara a Washington de optar por "derrocar" a Nicolás Maduro.
El fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, anunció la apertura de una investigación preliminar contra el líder proclamado por el Parlamento como Presidente encargado, por lo que solicitó al Tribunal Supremo de Justicia una serie de medidas cautelares en contra del diputado.
Según explicó el jefe persecutor, el Ministerio Público decidió abrir esta indagatoria por la supuesta responsabilidad de Guaidó en los hechos ocurridos desde hace una semana en el país, que "han dañado la paz de la República, la economía y el patrimonio nacional".
Saab acusó a Guaidó de "liderar toda esta acción que va en impedimento de la Constitución venezolana". Por esto, acudió al TSJ para pedir tres medidas cautelares contra el líder de la Asamblea Nacional: "uno, la prohibición de su salida del país; dos, la prohibición de enajenar y gravar bienes, muebles e inmuebles; tres, el bloqueo de sus cuentas".
Guaidó reaccionó diciendo no sorprenderse de las decisiones del fiscal por considerar que forman parte de una cadena de "amenazas" contra él y el Parlamento que él preside. "No estoy desestimando una amenaza de cárcel, no quiero que se tome así de nuestra parte. Muy responsablemente les digo que 'nada nuevo bajo el sol'. Lamentablemente, es un régimen que no le da respuesta al venezolano, la única respuesta es persecución, represión", dijo en la entrada del Palacio Legislativo.
Intereses económicos
También ayer, el Gobierno ruso, uno de los principales socios de Venezuela, aseguró que hará todo lo posible para respaldar al Gobierno de Maduro y defender sus intereses económicos en el país andino.
El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, dijo que en Moscú entienden que Washington, "obcecado, ha optado públicamente por una política que apunta a derrocar al Gobierno venezolano", pero que ello "no elimina la necesidad de defender el derecho internacional con todos los medios disponibles".
Rusia, aliada estratégica de la Venezuela bolivariana, se ha pronunciado a favor del diálogo entre la oposición y el Gobierno de Maduro en el marco de la legalidad vigente como única salida posible a la crisis que vive el país sudamericano.
Pero Estados Unidos y sus aliados frente la crisis venezolana, insistió Lavrov, están empeñados en desbancar a sus autoridades legítimas. "Tenemos información de que los dirigentes del movimiento opositor (venezolano), que proclamó dualidad de poder, reciben instrucciones desde Washington de no hacer ningún tipo de concesiones mientras no caiga el régimen", aseveró.
Moscú tiene motivos más que sobrados para preocuparse por la suerte de Maduro: según la prensa local, las inversiones rusas en el sector petrolero venezolano sumaban hace algunos meses unos 16 mil millones de dólares.
Las sanciones de EE.UU. contra la petrolera venezolana Psdvsa, principal destinatario de las inversiones rusas, activaron las alarmas en el Kremlin.
"Analizaremos las posibles consecuencias de esas acciones restrictivas", dijo el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov.