Polarización
Cuando se dan en los países situaciones de polarización extrema, violencia, anarquía, quiebre del orden institucional y destrucción de la economía, son los propios ciudadanos quienes incitan a los militares a intervenir. Es un hecho de la realidad que las Fuerzas Armadas constituyen la instancia final a la que la nación recurre en las situaciones más extremas. Como dijo Alberto Edwards Vives: "Si el sable se levanta, es porque las otras fuerzas sociales han caído en la impotencia".
Las instituciones armadas son reacias a intervenir, pues conocen la historia y saben que normalmente, después de haberse visto obligadas a tomar parte activa en las disensiones entre civiles, los partidos que estaban separados se unen para perseguirlas y para execrarlas con su odio y con su maldición.
Adolfo Paúl Latorre abogado, Magíster en ciencia política)
La letra que mata
Maurice Nicoll (1884-1953) psiquiatra Británico es el autor de "El Hombre Nuevo: Una Interpretación de…..", 2009, Ediciones Sol, México. Interesante texto que capta la atención relacionada con las creencias gnósticas.
Todo texto sagrado, afirma, tiene un significado paralelo de aquel que se obtiene después de una primera lectura plasmada de una enseñanza supra-racional que escapa al racionalismo académico. Cuando dichos textos son tomados en su profundidad simbólica, la lectura se convierte en una especie de 'hilo de Ariadna', guía conducente a descubrimientos espirituales. Cuando se comprenden literalmente, matamos su contenido esencial perdiéndonos en "laberintos intelectivos". Es lo que ha sucedido, por ejemplo, con la Biblia Cristiana, Pistis Sofía o el Bhagavad-gita. Cada cual lo analiza a su manera dando lugar a diversas sectas en más dos mil años donde se excluye el alma y espíritu de la doctrina. Sin el Talmud y la Cábala Hebraica, afirma Nicoll, no es posible capturar las claves de los Evangelios, por ejemplo que Adán y Eva fueron realmente hechos de barro, o que la Arca de Noé fue un gigantesco barco hecho de madera, etc., etc. Para qué decir lo del Juicio Final.
Nos pregunta ¿Por qué los textos sagrados podrían estar escritos en clave? Según las mismas escrituras, porque "no son las margaritas para ser arrojadas a los cerdos". Están destinados a los niveles internos de conciencia que cada uno de nosotros posee. Lo seres humanos, sostiene Nicoll, se diferencian, no por el rango social, sino por el "brillo que sustenten desde adentro". El desarrollo de la comprensión o la percepción gradual de la verdad exige pacientes y laboriosos esfuerzos individuales pues no es cuestión de creer o no creer. Si no hay "experimentación consciente", no se puede llegar a la verdad.
Cuesta aceptar como se han mutilado hermosos y sagrados libros de Oriente y Occidente en la historia de la Humanidad; deplorable que millones de 'equivocados sinceros' no comprendan el contenido profundo apegándose a la 'letra que mata', y, rechazando el 'espíritu que vivifica'. En el Apocalipsis leemos que sólo 144.000 serán salvados, los demás ¿no tienen los méritos o derechos a ser salvos? ¿no fue Caifás, coludido con el gobierno romano, el que crucificó a Jesucristo?.. y si ya existen grupos religiosos con más de 144.000 ¿para qué seguir haciendo proselitismo? Tras la literalidad de la palabra, yace otra gama de significados, y formas de conocimientos que es necesario descubrir.
Omer Silva Villena profesor/Lingüista
¿Carrera armamentística?
En un contexto internacional en el que Rusia, Estados Unidos y China se disputan la hegemonía y el liderazgo, la carrera armamentística es un motor económico que militariza la política internacional. En 1987 Reagan y Gorbachov se comprometieron a reducir el armamento nuclear. Tras años de Guerra Fría, y conscientes de los riesgos de una guerra atómica, ambos líderes optaban por el multilateralismo. Hoy los sentimientos nacionalistas de Putin y Trump les impiden pensar en esa clave.
"No habrá ganador en una guerra de todos contra todos, especialmente si termina en una guerra nuclear" escribía hace sólo unos tres meses el exPresidente Gorbachov. Con una Francia asediada internamente, una Gran Bretaña acosada por el Brexit, una China lanzada a la conquista del mundo y una Venezuela al borde del abismo, nadie está, hoy por hoy, en condiciones de frenar esta carrera.
Domingo Martínez Madrid