Había una vez, un globo, un militar y un político…
Un hombre vuela en un globo, cuando de repente se percata de que está perdido, entonces maniobra y desciende lentamente hasta divisar a una persona que camina en medio del campo y le grita:
-¿Podría usted ayudarme? He quedado de reunirme a las 3:00 p.m. con una comunidad mapuche en Temucuicui, llevo media hora de retraso y no sé dónde me encuentro.
-Claro que sí -le contesta el desconocido caminante-. Se encuentra usted en el hemisferio Sur, a más de 4.300 kilómetros de la línea del Ecuador, en un globo de aire caliente, flotando a unos treinta metros de altura, en las coordenadas geográficas 72 grados, 35 minutos y 54 segundos, longitud Oeste, y, 38 grados, 44 minutos y 22 segundos, latitud Sur.
-Es usted militar, ¿verdad?, pregunta el del globo.
-Sí, señor, lo soy... ¿cómo lo adivinó?
-Es simple, porque todo lo que me ha dicho es técnicamente correcto, sin embargo, su información me resulta inútil. Continúo perdido y voy a llegar tarde a mi reunión porque no sé qué hacer con todos esos datos que me ha entregado.
-Y usted ¿es político?, pregunta el militar.
- Sí señor. ¿Cómo lo supo?
-Fácil, usted no es el primero que pasa en un globo tratando de solucionar -desde allá arriba- el conflicto de La Araucanía. Además, al igual que los anteriores, usted no sabe ni donde está, ni para dónde va, ha hecho una promesa que no puede cumplir y espera que otro le resuelva el problema. De hecho, se encuentra exactamente en la misma situación en la que estaba antes de encontrarme, salvo que ahora, por alguna extraña razón, me temo que en algún momento.... ¡la culpa será mía! Más aún cuando se nos viene un tradicional y difícil mes de marzo.
Lo anterior, es una adaptación de una antigua historia popular que hoy podríamos llamar "el globo, el militar, el político y el mapuche".
Christian Slater Escanilla.
Inicio de año escolar
Se acaban las vacaciones y comienza el período escolar, una etapa en la cual sus primeras semanas hay grandes desafíos, dentro de los cuales, el que más cuesta, es el hábito de sueño. Es importante para el escolar y la familia comenzar con por lo menos una semana de anticipación los horarios y rutinas de sueño, retomar horarios de alimentación según época escolar, ordenar horas del día en relación a tareas del colegio, repaso de asignaturas y labores en el hogar, tiempos de juego, ocio y familia.
Estos pequeños consejos nos ayudarán a iniciar un año escolar más sano.
María José Espinoza
Pocas ideas
La izquierda chilena una vez más se muestra sin máscaras, con pocas ideas y enclaustrada en décadas pasadas, legitima violencia, asesinatos, terrorismo o dictaduras y se alza con vociferaciones rabiosas frente a un pueblo que clama libertad como el venezolano, pues no puede tolerar la interrupción de un nuevo intento de arruinar un país con sus políticas fracasadas.
Es sabido que su bote viene haciendo agua por más de 50 años y mientras aún discuten cómo arreglar los orificios, el agua les llegó al cuello, a pesar de eso están tranquilos ya que la culpa de esa situación la tiene el neoliberalismo de la mano con el imperialismo, nunca ellos con su doble estándar, manoseo y deformación de conceptos, populismo descarado, superioridad moral o falacias, y por sobre todo por su paranoia de ser perseguidos constantemente lo que los lleva a apoyar a un delirante gobernante que habla con los animales, viaja en el tiempo y por contrariamente a su apellido, se niega a madurar.
Eugenio González Flores
El precio de la vida
Los laboratorios internacionales le venden los fármacos 24 veces más caros a Chile que a otros países de la región...
Una de varias, el que puede, puede y el que no, se muere, la necesidad tiene cara de hereje y la ocasión hace al ladrón. Donde las leyes flaquean los pillos se pavonean y las apariencias engañan.
Definitivamente, a los chilenos el remedio les resulta mucho más caro que la propia enfermedad o en resumen, los laboratorios y las cadenas de farmacias junto a la funesta "canela", nos han visto, nos ven y nos seguirán viendo la cara.
Llegó la hora que las autoridades de Gobierno y los parlamentarios le encuentren el remedio a este gran abuso que día a día deben sufrir los chilenos más vulnerables, que tienen la mala suerte de enfermarse o de ser dependientes de uno o varios medicamentos para seguir viviendo.
¡A grandes males, grandes remedios!
Luis Enrique Soler Milla