En nuestro país se crean leyes entre gallos y medianoche y se votan sin que muchos de sus legisladores las estudien, o peor, no las comprenden como ocurrió con uno de los artículos que impone cambiar medidores de la luz por otros a los que con alguna razón titulan de "medidores inteligentes". Noventa y un diputados levantaron su mano aprobando y ahora, ante la repulsa ciudadana, dicen que hay que disculparlos y que fue una "equivocación" y que esperan que en el Senado se arregle.
El tema que se impugna es que dicho instrumento deben pagarlo cerca de siete millones de chilenos y, por supuesto, las empresas que venden la energía que son monopolios que se lavan las manos como Poncio Pilatos y nada mejor que cargar la mochila a quienes no tienen ningún otro camino porque en esto no hay competencia.
La verdad es que estamos muy sensibles con otras disposiciones que hemos tenido que tragarnos: los chalecos amarillos que era obligatorio ponerse y llevar en los vehículos, ¿quién se acuerda de ellos quién los pide? Hasta ahora nadie ha informado cuál fue la empresa y los dueños que se comieron suculenta tajada económica.
Recién impusieron los chips a los canes (no me gusta la palabra "perros", es tan despectiva y cruel) y anunciaron que si no se cumplía dicho mandato las multas podían llegar a un millón doscientos mil pesos. Dichos aparatitos más chicos que una lenteja fluctuaban entre diez mil y quince mil pesos, pasaron por alto que en Chile hay millones de pobres y jubilados con pensiones de hambre que también tienen mascotas, y a veces más de una. Ahora maquillan que será marcha blanca y no pasaran multas.
Mirando en Google existe una página que ofrece estos medidores inteligentes a 35 euros algo así como 28 mil pesos chilenos más la caja o el envoltorio que es aparte y que podrían ser 5 mil pesos más, pero las empresas distribuidoras nos señalan que tendrían un valor colocados de $ 185 mil pesos y para cancelarlos la ministra de Energía nos dice que en las cuentas de la luz el promedio a cancelar serán de algo así como $500 ¿por cuantos años en UF?
Yo creo que es bueno el cilantro pero no tanto. Me temo que detrás de esta obligación se nos vengan encima los "medidores inteligentes del agua que consumimos".
Las ganancias de los monopolios en nuestro país son tan voluminosas que permiten que el 1 % de todos los habitantes sean dueños del 33 % de toda la riqueza que se genera y el 10% se apodere del 66 por ciento de esa olla de oro. El resto nos cobijamos en las tarjetas de crédito que nos cobran a veces hasta un 43% de intereses anuales mientras los sueldos suben un 3,8%.
Bueno el cilantro pero no para tanto.
Roberto Muñoz Barra, exsenador, presidente Instituto Estudios
Públicos Social Demócrata