Informe intergubernamental: un millón de especies corre el riesgo de extinción
BIODIVERSIDAD. Mayor reporte sobre el tema a la fecha apunta a responsabilidad humana por los cambios en el uso de la tierra y el mar, y la explotación directa.
El planeta ha lanzado su voz de alarma: un millón de especies animales y vegetales se encuentran en riesgo de extinción, muchas en las próximas décadas, a menos que haya un cambio radical en los métodos de producción y consumo, según advierte el mayor informe sobre biodiversidad hasta la fecha.
El análisis de la Plataforma Intergubernamental en Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos (IPBES), presentado ayer en la Unesco, subraya la responsabilidad humana en esta situación límite porque los cambios en el uso de la tierra y el mar y la explotación directa de ciertos organismos son los principales culpables.
El cambio climático, la contaminación y las especies exóticas invasoras completan esa combinación, que ha llevado a que la tasa de extinción actual sea ya "entre decenas y cientos de veces más alta que el promedio experimentado en los últimos 10 millones de años".
Expertos de 50 países trabajaron tres años en esa radiografía del planeta en las últimas 5 décadas, que ofrece un diagnóstico sombrío sobre el impacto del desarrollo económico en la naturaleza y en sus cerca de 8 millones de especies.
El secretario general de la ONU, António Guterres, dijo que no es tarde para revertir el cambio climático y evitar impactos como la extinción de un millón de especies, pero advirtió que nos acercamos "al momento en que será irreversible, en el que no conseguiremos llegar al final de siglo con solo un incremento de 1,5 grados en el calentamiento global".
Al menos 680 especies de vertebrados han desaparecido desde el siglo XVI y están en peligro más del 40% de las de anfibios, un 33% de los arrecifes de coral y más de un tercio de los mamíferos marinos. Una estimación provisional sitúa en un 10% el porcentaje de especies de insectos amenazados.
De 1980 a 2000, se perdieron 100 millones de hectáreas de bosque tropical, sobre todo para dedicarlo a crianza de ganado en Latinoamérica y a plantaciones en el sudeste asiático.
Esta tendencia afectará el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible marcados por la ONU para 2030 en el 80% de los casos de pobreza, hambruna y otros.