Mujer y patriarcado
No es secreto que hasta solo unas décadas atrás, en nuestro sistema penal existía el delito de adulterio, delito cometido solo por mujeres que osaban engañar al marido, en cambio la misma situación respecto del hombre era una "canita al aire". También existía el abandono de hogar, donde la mujer era buscada y al dar con su paradero, llevada de vuelta a casa, donde le esperaba de seguro una golpiza.
Esta realidad vivían mis congéneres, tan solo unos años atrás y hoy, lamentablemente, nada ha cambiado. Lo sé, quizás usted dirá que contamos con una nueva legislación, leyes que protegen a la mujer de los abusos de una sociedad que aún en el Siglo XXI, se mantiene masculinizada. El patriarcado que exigía el derecho a pernada no ha desaparecido, se ha mimetizado. Le vemos a diario en la publicidad, en el discurso religioso, en el poder político, en el sistema económico, en las aulas.
Cotidianamente convivimos con esa muestra de machismo brutal, tan arraigado en nuestra idiosincrasia, solo que ahora ya no basta poseerla, sino, además, hay que masacrarla. Cuando usted y yo vemos en los noticieros el relato de un nuevo crimen, cuando escucha los detalles y ya no le asombran, usted y yo pasamos a ser cómplices pasivos de ese crimen. Si usted no lo cree así, entonces ya lo ha normalizado y con ello, le abre la puerta al próximo asesinato.
La clase política sabe de sobra que crear un nuevo delito, no cambiará absolutamente nada, la mujer golpeada lo seguirá siendo y aquella que valientemente denunciará, morirá en el intento de acabar con su infortunio.
Como mujer ciudadana de este país, me niego a vivir con miedo, me niego a sufrir lo indecible, me niego a morir a manos de quien un día quizás me amó, me niego a pensar que a las autoridades les parezca caro el sistema de brazaletes, me niego a creer que la ministra de la Mujer reduce el problema a la falta de denuncias.
Le pregunto desde el fondo de mi ser, usted en mi lugar, ¿Denunciaría a su agresor, sabiendo que cuando vuelva y vulnere los 100 metros de alejamiento, lo más probable es que muera? El problema es que, cualquiera sea su respuesta, el Estado es actualmente incapaz de evitar el mismo triste y fatal desenlace.
Por último, dejo una reflexión: Mientras usted amigo lector se da el tiempo de leer esta misiva, en algún lugar de nuestra región, una mujer está aterrada, esperando que alguien la proteja… esperemos que esta vez, aunque sea solo esta vez, lleguemos a tiempo.
Constanza Benítez Pichún estudiante UC Temuco
Un brindis para el olvido
La semana pasada el intendente subrogante de Magallanes y gobernador de la homónima provincia realizó un brindis para el olvido en el marco del aniversario del Comando Austral Conjunto.
Homero Villegas señaló "estamos rodeados de vecinos que no nos quieren", frase que representa una falta grave por parte de una autoridad gubernamental, más aún en un contexto que se podría interpretar como beligerante.
El señalado gobernador e intendente subrogante al parece ignora que Chile y Argentina viven un excelente momento de integración y colaboración bilateral, fruto del acuerdo de paz con el vecino país suscrito en 1984 y ratificado en 1985, las Fuerzas combinadas Cruz del Sur, acuerdos comerciales y de tránsito de personas con Argentina.
Al parecer también desconoce los tratados y acuerdos bilaterales con Perú y Bolivia, la inmigrantes de dichos países que han sido un real aporte y sobre todo los procesos de integración como la Alianza del Pacífico, entre otros.
Tal vez el gobernador simplemente trató de hacerse el simpático e ignoró que los dueños de casa tienen plena claridad respecto al rol de la defensa y el costo real de un conflicto armado.
Quizás, solo quizás es un desliz de una persona, pero lo realizó como una autoridad de Gobierno en donde su desafortunado brindis puede poner muchas cosas en juego.
Como diría el senador Francisco Chahuán: "las relaciones exteriores de Chile no se deben tomar a la ligera", esto sin lugar a dudas es un brindis para el olvido.
Francisco Sánchez Historiador
La esperanza
La frase "La esperanza es lo último que se pierde", es la pura y santa verdad, porque al perder en el Torneo "Esperanzas de Toulon" nuestra roja Sub 23, incluido los 6 goles de Japón, se perdió la última esperanza que quedaba, que pronto se convertirían en el rebuscado recambio de la llamada "Generación Dorada", pero igual "La esperanza es lo último que se pierde" o usted realmente creía que la Roja ganaría la Copa América dos veces seguidas y nada más y nada menos que a la Argentina de Messi y compañía.
"Sin esperanza se halla lo inesperado" Heráclito (540 a C - 470 a C) Filósofo griego.
Luis Enrique Soler Milla