El Austral
Con 10 votos a favor y 1 solamente en contra fue aprobada la construcción de la central hidroeléctrica Llancalil, la cual será construida en Pucón e intervendrá dos ríos en la localidad de Huife Alto. Esta decisión fue analizada por el coordinador de la Unidad de Cambio Climático y Medio Ambiente (UCCMA) del Instituto de Estudios del Hábitat de la Universidad Autónoma de Chile, Carlos Esse, quien es doctor en Ciencias Forestales y posee un amplio conocimiento en temas medioambientales y sostenibilidad.
Su impresión respecto al desarrollo del proyecto tiene relación con el cómo se presenta la intervención, pues se habla de una pequeña central de paso, la que de igual forma tendrá un impacto en el sector donde será emplazada, lo que no es advertido de forma clara en esta etapa de evaluación.
"impacto significativo"
"Su presencia en un entorno natural único y de grandes beneficios ecosistémicos, viene a generar un impacto significativo sobre los ecosistemas naturales presentes en la zona. En este sentido, es indudable que la intervención de los cursos de agua generará modificaciones en la geografía y en el uso actual del suelo. Los recursos hídricos son la principal preocupación bajo el contexto, el cambio climático, y cualquier alteración de los flujos naturales generará incertidumbre en la población que vive y se desarrolla en función de dichos recursos", afirmó.
Alternativas menos invasivas
Si bien las centrales hidroeléctricas de paso generan menos impactos que las represas "existen también otras alternativas menos invasivas para la generación de energía, como las Energías Renovables No Convencionales (ERNC), del tipo solar, térmicas o eólicas, pero dadas las características geográficas del territorio son inviables de ejecutar. Por lo tanto cabe preguntarse ¿por qué insistir en sistemas que generan rechazos desde el propio territorio? Esto es lo que los habitantes locales se preguntan dejando la sensación de que no son escuchados ni protegidos sus intereses por la legislación actual".
Es por ello que Esse afirma que el rol de la sociedad civil es fundamental a la hora de evaluar los posibles impactos de proyectos. "Los actores relevantes del territorio deben estar sentados en las mesas a la hora de planificar su territorio", comentó.
"Los organismos técnicos e investigadores tienen la misión de comunicar los posibles impactos que obras de esta naturaleza pueden generar en el territorio, deben aportar desde la dimensión técnica considerando los ejes fundamentales de la sostenibilidad de dichos proyectos. Las empresas, así como la sociedad civil territorial, los organismos técnicos y universidades deben actuar indisolublemente con igualdad de contrapesos de manera que las decisiones sean equilibradas y consensuadas", concluyó.