Andrea Arias Vega
"Hoy falleció mi hijo Joaquín, como familia decidimos donar sus órganos, pero no hay disponibilidad de avión FaCh para trasladar sus órganos desde Temuco. Se perderán corazón, pulmón, hígado y páncreas sanos y compatibles".
Este fue el mensaje de indignación y decepción que subió a su cuenta de Facebook la enfermera y docente de la Ufro, Marcela Palma Barrientos, madre del joven temuquense que murió el pasado sábado, a causa de un aneurisma cerebral fulminante.
Se trata de Joaquín Ignacio Bustos Palma, de 27 años, kinesiólogo de profesión y deportista de corazón, quien era el cuarto de cinco hermanos (dos mujeres y tres hombres).
"Kako", como le decían sus amigos y familiares más cercanos, se dedicaba a la marroquinería en su emprendimiento MB Cueros, pasión que descubrió por herencia familiar en la Curtiembre Bustos, negocio de su padre.
Es más, hace poco tiempo había postulado a un Capital Semilla de Sercotec y sus sueños estaban enfocados en su emprendimiento.
Martín, su hermano menor, describió a Joaquín como una persona feliz, optimista y un verdadero ejemplo a seguir. "Kako era muy alegre, emanaba felicidad siempre y era un gran ejemplo. Fue terrible como familia que no pudiera donar todos sus órganos como él quería".
De hecho, hace sólo dos semanas, su padre, Temo Bustos, cuenta que conversó con su hijo Joaquín respecto de la muerte y ambos se dieron instrucciones al respecto.
"Ahí él me dijo que quería ser donante y yo le dije que no había que hablar de aquello porque yo me iba a morir primero", relata Temo, quien recuerda a su hijo "como un hombre sencillo, era una paloma que revoloteaba alrededor de nosotros dejándonos su cariño".
Fue la madrugada del viernes (12.15 AM) cuando Joaquín, estando en la casa de su polola, simplemente se desplomó y nunca más despertó. Entró de inmediato en coma y una vez que llegó el Samu fue derivado a la Clínica Alemana por cercanía, en donde se determinó que su aneurisma era inoperable tras el derrame cerebral.
Su madre cuenta que el equipo de procuramiento regional realizó todo el protocolo correspondiente, cuyos exámenes arrojaron que era un donante multiorgánico.
"Era compatible y le habían encontrado receptores. Se suponía que venían de Santiago para llevarse todo menos sus riñones , cuyo procuramiento se hace en Temuco. Cuando nos dijeron esto estábamos muy felices como familia porque sabíamos que gracias a Kaquito varias personitas vivirían", plantea la madre de Joaquín.
Indignación
La familia de Joaquín decidió hacer pública esta historia para que "nunca más se vuelvan a perder órganos sanos y compatibles" en Chile, recalca su madre, quien en medio del dolor del velorio de su hijo no entiende "cómo nos farreamos esta oportunidad que tiene que ver con salvar vidas. Mi hijo era una luz para otras familias".
Ante la consulta de qué fue lo que pasó para que la luz de Joaquín no pudiera multiplicarse en más sonrisas, el coordinador nacional de Procuramiento y Trasplante del Minsal, el doctor Juan Eduardo Sánchez, explica que "pese a los esfuerzos, la logística falló".
"No tuvimos la posibilidad de poner a disposición un vuelo que garantizara cumplir con los tiempos que requiere el traslado y el implante de los órganos", argumenta.
En concreto esta unidad cuenta con los recursos para arrendar un vuelo, ya sea a empresas privadas o al Estado a través de la FaCh o Carabineros, sin embargo, en esta oportunidad, era la familia la que tenía que seguir sufriendo manteniendo a su hijo conectado.
El doctor Sánchez, en todo caso, a diferencia de la familia, sí cree que Joaquín cumplió con su cometido altruista.
"Si bien no se logró una donación multiorgánica que es lo que todos hubiésemos querido y compartimos ese deseo con la familia, Joaquín sí logró completar su condición de donante, toda vez que hay dos personas que van a recibir sus órganos (riñones) para mejorar su calidad de vida".
Finalmente, ante el llamado de la familia de mejorar los protocolos, Sánchez asegura que "estaremos vigilantes para corregir cualquier cosa que sea necesaria en el sistema".