El Austral
La sede social ubicada en Palihue Pillán, en Malipeuco, fue el lugar de encuentro donde -por espacio de una semana- 14 mujeres y un varón se reunieron para hacer realidad un sueño común: conocer el proceso de la elaboración del queso, desde la ordeña, hasta llegar al momento de su consumo en variadas presentaciones.
La iniciativa, impulsada por el Programa de Desarrollo Territorial Indígena del municipio de Melipeuco, fue la resultante de diversas reuniones con las vecinas y vecinos del sector, quienes mostraron su interés a los profesionales y técnicos del Pdti, en aprender sobre este oficio.
"Algunas jefas de hogar hicieron este curso con la idea de producir solo para autoconsumo familiar, en tanto otras se proyectan en una pequeña producción artesanal para una futura comercialización del producto", explicó Óscar Trecamán jefe de la Unidad Prodesal de la municipalidad cordillerana.
FELICES
Andrés Muñoz, del sector Quinque en Faja Maisan, fue el encargado de traspasar sus conocimientos en la materia. Por espacio de 32 horas cronológicas de clase intensiva, el experto quesero instruyó de manera teórica y práctica a las participantes.
El curso que se centró en otorgarles las herramientas necesarias para que puedan detectar cuándo un queso está contaminado y cuándo está o no está apto para el consumo humano. También para que puedan trabajar de la manera más higiénica posible, en las condiciones que los requerimientos de salud exigen, sin quitarle la característica de artesanal al queso.
"Desde el primer día hubo muy buena aceptación, con alumnas colaboradoras y contentas. Lo bueno es que ya están preparadas para elaborar un buen producto y en una buena presentación, porque repasamos desde la obtención de la leche hasta el proceso de pasteurización", enfatizó el profesor.
REACCIONES
Elizabeth Llanquinao, de la comunidad Francisco Huenchumil, se mostró feliz por la oportunidad brindada por el municipio de Melipeuco.
"Me inscribí y fue una muy linda experiencia. Siempre hice quesos, pero nunca me atreví a vender. Ahora tengo más herramientas para crecer", acotó.
Magaly Morales, del sector Nueva Escocia de la cordillerana comuna, señaló que "siempre aprovecho los cursos que nos ofrecen de la municipalidad porque yo no tengo salud compatible con el trabajo. Entonces estos cursos me sirven para hacer mejores productos para mi hogar".
Otra beneficiada, María Inés Cona, dijo que "hace años que no hacía queso, y aprendimos también a hacer manjar. Si tengo la oportunidad voy a vender, me ha servido mucho".
El único varón que se capacitó en quesería fue José Melillán, quien dijo que "está la esperanza de empezar a producir para consumo familiar. Tengo algunas vacas así es que dejaremos algo para hacer quesos".
Para el alcalde Eduardo Navarrete el entusiasmo con el que las vecinas y vecinos se suman a las capacitaciones y cursos, de diversos tipos, es un orgullo enorme para la comuna y un halago para los profesionales y técnicos de la municipalidad que encabeza. "Se les ve felices de aprender y, en algunos casos, de profundizar los conocimientos en diversas materias. Todas tienen un denominador común: el amor por sus familias y las ganas de salir adelante".