"Viajamos... no para escapar de la vida, sino para que la vida no se nos escape". Esa frase, plasmada e instalada en un cuadro dentro del "living-comedor" rodante, es el lema de vida que está guiando los pasos de la familia temuquense López Rubilar, que en unos días más se irá a recorrer toda América en una micro adaptada.

Jaime López (35) y Camila Rubilar (31) junto a sus tres hijos esperan salir el 10 de septiembre desde la ciudad de Temuco hacia la zona centro del país por rutas costeras para luego cruzar hacia Argentina y seguir hacia el sur de Brasil, luego Paraguay, Bolivia, Perú, Colombia, toda Centroamérica, México, Estados Unidos y Canadá, hasta llegar a la ciudad de Anchorage, en Alaska, Estados Unidos, que es la meta.

Para la aventura autoimpuesta, denominada "Un Camino Distinto", los López Rubilar se dieron un plazo de dos años, sin apuro. Pero lo más curioso es que, por lo mismo, no tienen ningún plan ni estrategia a seguir para después de que logren la meta y lleguen con la Inrecar Escorpión (ex Línea 8) a la ciudad ubicada a más de 13 mil kilómetros de distancia desde La Araucanía.

Esta es la historia de Jaime, Camila y sus tres hijos: Tomás (14), Maximiliano (4) y Amanda (1 año y 6 meses), la familia que la próxima semana se va a cumplir un sueño familiar, a recorrer toda América en una micro y a vivir una experiencia única por la cual dejaron todo.

Cómo nació la idea

Jaime y Camila llevan juntos ocho años, pero se casaron hace tres. "Nos encanta estar juntos, lo pasamos muy bien", dicen al unísono y con miradas cómplices estando sentados junto a sus hijos sobre un comedor que también se transforma en cama y living.

El joven matrimonio recuerda que todo nació hace tres años, en una noche en que habían discutido y se habían acostado algo enojados. "Jaime se quedó viendo videos", dice Camila. "No me podía quedar dormido y estaba mirando Facebook cuando encontré un video de una familia que se fue a recorrer el mundo. Desperté a la Cami y le dije: tenemos que hacer esto", relata Jaime.

"Yo le dije que sí, medio durmiendo. Pero después Jaime comenzó a armar el proyecto en serio. Pensamos en comprar un carro de Bomberos y adaptarlo, después vimos una micro y ahí nos decidimos a que sería con eso. Finalmente, conversamos y dijimos: bien, hagámoslo. Y nos empezamos a dedicar al proyecto en serio", comenta Camila.

Jaime es bombero desde hace 15 años. Primero fue bombero en la 12° Compañía de Santiago y ahora es voluntario de la Tercera Compañía "Bomba Germania" de Temuco. Antes de dedicarse a tiempo completo al proyecto trabajaba como consultor e instructor de Bomberos, por lo que dedicaba los fines de semana completos a capacitaciones.

Por otro lado, Camila es profesora de Educación Física y trabajaba en el Colegio Augusto Winter del sector Pueblo Nuevo de Temuco, con jornadas durante toda la semana. Al final, no se veían mucho y eso terminó porque decidieran renunciar a todo para lanzarse a la aventura viajera.

Romper con la rutina

De un momento a otro, los López Rubilar estaban listos para ser "una familia estándar": estuvieron a punto de comprarse una casa, tener un auto familiar y asentarse con trabajos estables, siguiendo "lo normal". Pero no lo hicieron.

"Llegábamos muy cansados y nos estábamos viendo muy poco. Después de volver del post-natal de la Amanda le comuniqué a mis jefes que no iba a seguir y ahí se marcó el punto de quiebre. Decidimos darle un cambio rotundo a nuestras vidas y hacer este sueño, porque nos gusta estar juntos y la pasamos muy bien como familia", sonríe Camila.

"No nos sentimos preparados para asumir, por ahora, una rutina normal. No nos veíamos pagando un dividendo. Quizás en un tiempo más, cuando volvamos. Pero en esta aventura estamos complementando sueños: yo quiero conocer cuarteles y compartir lo que sé con más bomberos; y la Cami su sueño es viajar. Nos vamos a ser felices", dice Jaime.

Una red de apoyo

Cuando el proyecto del joven matrimonio ya fue en serio, de inmediato experimentó el respaldo de los amigos de ambos, pero también por gente que no los conocía y se entusiasmó con el proyecto. Los amigos bomberos de Jaime comenzaron a idear y a construir las partes de la casa rodante, como la ducha, el baño, las camas y el comedor. Por mientras, los amigos de Camila se reunieron en un "bazar" abierto en el que compraron las cosas y ropa que no van a llevar.

Con un estanque de 180 litros de agua y un baño que utiliza agua ya usada para el estanque, junto con reservas de petróleo y un acopio de alimentos no perecibles, los López Rubilar están en la recta final de la aventura y se preparan para iniciar el rodaje.

"Nos vamos a cumplir nuestros sueños gracias al apoyo económico de amigos y personas que confiaron. Al resto de la gente, les decimos que aprovechen la vida y que nunca es un buen momento para hacer un sueño, uno tiene que crearlo", concluye Jaime.

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"Tenemos que darle las gracias a mucha gente que nos ayudó, a la desarmaduría, a nuestros amigos bomberos, a quienes se han acercado a ayudarnos con cosas para el viaje y que ni nos conocían".

Camila Rubilar,, profesora, 31 años

"Vamos a seguir avanzando consiguiendo cosas a través de hacer lo que sabemos. Algo así como un trueque. Y cuando lleguemos a Anchorage, veremos qué se viene después. Por ahora no tenemos ningún plan".

Jaime López,, bombero, 35 años

Un camino distinto

"Estoy muy orgulloso y feliz de poder vivir esto con mis papás", dice Tomás, el mayor de los tres hijos del joven matrimonio que se va de viaje con sus padres. En la aventura, Tomás irá haciendo "home-school", aprendiendo a bordo. "Voy a conocer con mis ojos y en vivo las cosas que debería pasar en el ramo de Historia", dice riendo. Para comprar petróleo en los países, dicen que recurrirán al "trueque", siempre para seguir avanzando. La aventura de los López-Rubilar podrá ser seguida en redes sociales, tanto en Facebook como en Instagram, con el nombre: Un Camino Distinto (@uncaminodistinto).

3 años pasaron desde que se le cruzó la idea por la cabeza a Jaime hasta que por fin están a punto de iniciar la aventura.

2 años es el plazo que se dan los López Rubilar para llegar a la ciudad de Anchorage, Alaska, Estados Unidos, la meta del viaje.

180 litros de agua lleva un estanque en el techo que será la reserva para su uso en la cocina y el baño. Para consumo, llevan agua potable en bidones y comprarán. de fabricación de la Inrecar Escorpión en la que viajarán los López Rubilar en su gran aventura durante toda América.

2002 es el año recorrerán, por lo menos, los temuquenses a bordo de la micro, ya que primero recorrerán casi toda Sudamérica.

18.000 kilómetros llevan juntos Jaime y Camila. Se casaron hace tres años y dicen que disfrutan de ser "partners" en las aventuras.