A 31 años del triunfo del "No"
Los chilenos nunca han decepcionado y siempre, aunque sea a último minuto, llegan con los aportes necesarios para cumplir con la meta. El centralismo es antidemocrático por definición.
El 5 de octubre se cumplieron 31 años del plebiscito de octubre de 1988, en esa oportunidad votaron poco más de 7 millones de chilenos (as) de los cuales el 43,01 % lo hizo por el SÍ, es decir por la continuidad en el poder y el 54,71 % lo hizo por el NO. Ciertamente que esa fue una fecha que llenó al país de esperanzas, la que recorrió Chile de lado a lado.
La consulta y el triunfo del NO, fueron posibles porque la mayoría de los chilenos decididos así lo quiso, nos organizamos, venciendo el temor, transformando la indignación en fuerza. Esa política, fue lo que minó las bases del poder de ese tiempo. Hoy a 31 años de ese día los habitantes de las regiones de Chile aún esperamos la democracia que se nos ofreció, ya que "quienes fueron artífices de ese hito histórico y democrático acto de nuestro país se fueron transformando en autoridades centralistas. La clase política chilena se siente feliz, orgullosa y "republicana" por administrar la democracia chilena. Democracia, llamada así, únicamente, por el exacerbado número de elecciones de todo tipo, pese a que Chile es el único país del mundo occidental donde aún no eligen a sus autoridades intermedias (máxima autoridad regional). El centralismo es antidemocrático por definición, pero en el caso de Chile lleva consigo además una enorme pérdida de recursos.
La descentralización es el acto y la consecuencia de descentralizar: delegar parte del poder que ejerce un organismo central a diferentes entidades. La descentralización implica una división o un reparto de la autoridad. A pesar de todo aún estamos enhorabuena porque se cuestiona la política de representación en un intento de regenerar la democracia a través de la implicación ciudadana en la construcción de su futuro.
Cabe preguntarse si es que la política y lo político es algo diferente. Un artesano de la sociología como Alfonso Ortí enseñaba hace años la diferencia que existe entre tres conceptos aparentemente similares y semánticamente muy diferentes: las políticas públicas, la política y lo político. El actual modelo de Estado y sus instrumentos de apoyo, están en su gran mayoría obsoletos para el siglo XXI. Las diferentes demandas ciudadanas se han sofisticado y articulado de tal forma, que la mayoría de las veces no calzan con las necesidades de los beneficiarios y por ende, no cumplen con las expectativas y peor aún, no solucionan los problemas planteados a cabalidad, brindando soluciones parciales o muy alejadas de los problemas reales. Con estos argumentos y sin restar ningún mérito a este emblemático e importante día, podemos decir que a las regiones de Chile "aún la alegría no llega y los tiempos mejores tampoco".
Feliz día del triunfo del No.
Marcelo Carrasco, consejero regional de La Araucanía