Duele Ercilla...
Con aproximadamente 7.300 habitantes (la comunidad de Temucuicui no permitió ser censada) de los cuales 4.000 viven en los 3 sectores urbanos de la comuna, es la comuna más pobre de la Región y una de las más pobres del país, y ha sido sistemáticamente centro de profunda violencia y epicentro de terrorismo, de amenazas y miedos, de abandono a su suerte y de entrega como ofrenda para ingenuamente pretender comprar paz en otros territorios.
En estos días en que la mayoría de los chilenos ha sido capaz de manifestarse justa y pacíficamente ante la real y absoluta desconexión de las cúpulas dirigenciales -políticas, empresariales, legislativas, gremiales, académicas, eclesiásticas, todas ellas- El foco noticioso ha estado en la violencia en Santiago y muchas otras ciudades, pero la pequeña Ercilla ha seguido invisible.
Entre la noche de este jueves y viernes, el pueblo de casi 4.000 habitantes ha sido saqueado, vandalizado y aterrorizado de una manera brutal, como corolario a 20 años de miedo, abandono e invisibilidad. Los árboles de la avenida central fueron talados para barricadas; la señalética vial arrancada; la única ferretería, quemada al igual que una casa y camioneta; todos los vidrios que la turba encontró, apedreados (incluido el Cesfam y el Liceo); el poco comercio existente, saqueado; las casas de 2 carabineros, apedreadas. Y todo esto con un contingente de 6 carabineros locales más un par de blindados de FF.EE. humanamente insuficientes para evitarlo o tomar detenidos.
Duele Ercilla... pero es un dolor en deuda porque solo le duele a sí misma cuando en realidad debería dolerle a Chile entero..
Gloria Naveillán Secretaria Ejecutiva Asociación Gremial Agricultores Victoria-Malleco
Crisis y medicamentos
Uno de los temas que más ha destacado en la grave crisis social que atraviesa nuestro país, es el del precio de los medicamentos. Estos afectan principalmente a las personas más vulnerables, pero también a las familias de clase media y en algunos casos son inaccesibles, para aquellos con ingresos considerados altos. Transversalmente los precios de los medicamentos deterioran la economía de las familias, empobreciéndolas o precarizándolas más allá de los razonable.
Si bien el país ha avanzado en dar protección financiera a través del GES y la Ley Ricarte Soto, su alcance es restringido a una serie de patologías y en algunos casos, el Estado no cumple eficientemente con esa cobertura. Sin embargo la gran mayoría de la población debe lidiar con esta problemática con sus propios medios o con la ayuda solidaria de sus comunidades. Los bingos están lejos de acabarse como pretendía una autoridad hace unos años.
Ahora en medio de la efervescencia social, surgen ideas para enfrentar este problema: fijación de precios, eliminación del IVA entre otras. Pero en un país que prácticamente no produce ni medicamentos ni materias primas, fijar precios es hacerse trampa solo, pues basta con declarar precios "inflados" al momento de ingresar los productos terminados o las materias primas para seguir cobrando sobreprecios. Los precios internacionales tampoco ayudan mucho, ya que estos presentan alteraciones que hacen subir los promedios, sobre todo en Latinoamérica.. Por su parte, bajar o eliminar el IVA a productos por los que se cobra hasta 20 veces su valor, es una medida que si bien puede sonar de impacto, este es realmente mínimo dado el sobreprecio que pagamos.
El Ejecutivo tampoco se ha quedado atrás en espontaneidad; luego de las "30 medidas", que en realidad era un refrito de muchas iniciativas ya en curso, algunos pilotos y otras relacionadas con la red asistencial, anuncia como respuesta un seguro para medicamentos, medida muy esperada por la industria farmacéutica. Ahora sanos y enfermos pagaremos por los sobreprecios de los medicamentos. Y hoy, el ministro sectorial nos sorprende con que están estudiando bandas de precios para los medicamentos innovadores. Si al menos leyeran el programa de gobierno en materia de medicamentos, evitaríamos este nivel de bochorno.
Pero como bajamos los precios efectivamente? : obligando a las cadenas a disponer efectivamente los bioequivalentes, eliminar las marcas propias (solo deben haber en farmacias: innovadores, bioequivalentes y genéricos) , eliminando las barreras de entrada a medicamentos de países de alto desarrollo tecnológico, venta de Cenabast a farmacias independientes (para atenuar oligopolio de las cadenas), potenciar el Recetario Magistral, cumplimiento de la ley de compras públicas, evitando compras a dedo por parte de los Servicios de Salud, una política pública de Bioequivalencia para que el Estado pueda dar esa certificación a aquellos productos que las empresas ya no estén dispuestas a traer a Chile por su altísimo costo, entre muchas otras.
Patricio Novoa Valle secretario Corporación SOS.