No han sido días fáciles para los dueños y trabajadores de los locales comerciales ubicados en el centro y los alrededores de la esquina de Avenida Caupolicán con calles Montt y Claro Solar, en Temuco.
Desde que el movimiento social por demandas de mejoras sociales se expandió a las regiones y comenzó a ser replicado por medio de manifestaciones por la ciudad, los comercios -ubicados en áreas que normalmente están abultadas de peatones- pasaron a tener frente a sus puertas los desórdenes provocados por encapuchados y los enfrentamientos agudizados por el accionar de personal de Carabineros.
Bien lo sabe Johana Bohmwald, dueña de la boutique Böhmse Store, ubicada en la esquina de Avenida Caupolicán con Montt, quien ha tenido que lamentar que dos de sus cuatro colaboradoras estén con licencia médica por el estrés que le han provocado las situaciones en los últimos días.
"Solo hemos sufrido dos roturas de vidrios, pero estamos demasiado nerviosos, intranquilos, no hemos podido trabajar. Hemos perdido mucho. Varios días estuvimos sin abrir y esta última semana hemos estado atendiendo solo hasta el mediodía. Nuestro personal ha enviado licencia médica por el impacto emocional que les ha significado tener que arrancar de estas situaciones", detalló la comerciante.
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El Austral recorrió más locales ubicados en las inmediaciones del "ojo" de los enfrentamientos en Temuco. "Todas las ventas han estado malas, hemos cerrado alrededor de las 15 horas, perdiendo de vender cuando normalmente cerramos a las 20 horas", lamenta Alejandra Soto, de la Tostaduría Montt.
"Hay que estar constantemente atenta a las protestas y he tenido que llegar a cerrar a las 13 horas. Han sido muchas pérdidas y esto se notó en este fin de mes. Me veo muy afectada porque es mi esfuerzo, mi emprendimiento", confidencia Janet Gaete, dueña del Café Dalí en calle Montt.
"No podemos tener una respuesta clara de hasta qué hora vamos a tener abierto. Ayer (martes) me encontré con todo afuera y salí corriendo", cuenta Edismar Seijas, quien lleva un año en Chile y trabaja atendiendo un local de venta de huevos en calle Montt.
"Uno de estos días nos agarraron a patadas las rejas. No sé para qué, no sé si solo querían hacer daño o querían entrar. Es solo delincuencia y lo triste es que ya tuve que pedir un crédito para los gastos y pagar los proveedores", comenta Janet Jara, de Emporio Lanas.
"Nos ha afectado personalmente, es cansador después de tantos días", dice Lissette Sierra, de la Tostaduría El Abuelo.
"Llevamos dos semanas sin ganancias, nada de nada", describe Marta Quezada, de Confecciones "The Best" ubicada en el edificio "Carrusel".
Apedreo a locales
Claudia Elgueta y Fernanda Rebolledo trabajan en la Sandwichería El Carrusel. Están a metros de la "batalla" y se han salvado de varios apedreos. "Hemos tenido colegas que han terminado en el Hospital y con licencia por siete días por tanta lacrimógena. Acá las dos estamos un poco acostumbradas así que cuando pasa algo, cerramos todo y arrancamos. Nos salvamos de un piedrazo grande", dice Claudia, mostrando un vidrio quebrado.