El perfil del votante
Cuando estamos próximos a tener elecciones de todo tipo, es muy pertinente estudiar el perfil del votante que elegirá y decidirá las próximas autoridades y la Constitución.
En general el perfil del votante es apoyar, sí o sí, al candidato que pertenece a su corriente de pensamiento a tabla rasa, sin mucho cuestionamiento por el respaldo profesional que pueda tener para desempeñar sus futuras labores para las cuales se promueve, menos del entorno que rodea al candidato, en cuanto a sus antecedentes personales, familiares, laborales, etcétera, es decir no analiza que hay detrás de la foto de su elegido, de la eterna sonrisa en sus "palomitas callejeras"", o de sus consabidas y repetidas frases, "Ahora sí", "Cuente conmigo", "Permítame acompañarlo", "Seré su voz en el Congreso", y tantas otras
No revisa su experiencias laborales previas, sus redes familiares o de contactos, en resumen solo le importa su color político a morir, y si es recomendado por su vecino y/o amigo tanto mejor, ni hablar si le regaló un calendario en la feria o se sacó una foto con él, simplemente el destino del voto está sellado.
No existen motivos fundados para decir que el hecho de preparar al votante para "escanear" a los candidatos políticos antes de ser votados sea o no democrático, pues son dos cosas muy diferentes, una es querer ser parlamentario, alcalde, core, gobernador y la otra es tener las debidas competencias, ser la persona idónea para ejercer a cabalidad los cargos para los cuales son elegidos.
A no confundir, la democracia no está para amparar la ineptitud, está para cosas más importantes, es hora que Chile tenga votantes más preparados, que su decisión de elegir por quien votar sea el resultado de una profunda reflexión, y de una vez por todas, tengamos las autoridades que Chile se merece, y que al menos los que administrarán, liderarán, legislarán, fiscalizarán, representarán y todo lo terminado en "rán" mañana en Chile, al menos sepan cuántos pares son tres moscas.
Luis Enrique Soler Milla
Derechos de la niñez
Hace 30 años, los derechos humanos se convirtieron en realidad para los Niños, Niñas y Adolescentes (NNA). El mundo los reconoció como personas con identidad propia y derechos humanos no negociables.
Entre estos derechos se encuentran el recibir protección contra todo tipo de violencia y discriminación y el derecho a la educación.
En estas tres décadas se han logrado avances significativos, pero durante las últimas semanas, se ha podido ver que aún hay mucho trabajo por hacer. Se tiene la tarea urgente de brindar a los NNA una educación de calidad, poniendo foco en la primera infancia, la fase de desarrollo más importante en la vida de una persona.
Además, se debe rechazar cualquier tipo de violencia que pueda afectar a los NNA del país y el mundo. Los hechos de violencia que pueden haber sufrido muchos NNA el último mes en nuestro país no se pueden repetir y no pueden quedar impunes.
Chile debe luchar unido por el respeto de los derechos humanos de todos los niños, niñas y adolescentes del país y se debe exigir una ley de garantías que asegure los derechos de la niñez.
Alejandra Fuenzalida, directora ejecutiva United Way Chile
Contingencia
No obstante el delicado momento por el que atraviesa la realidad nacional, estamos en una encrucijada normativa que puede traer muchas oportunidades para solucionar antiguos problemas.
Pero, para que esto ocurra se requiere de la participación organizada y meditada de toda la ciudadanía. Se diluyen las soluciones a las aspiraciones cuando la ciudadanía que reclama justificadamente ante las injusticias no quiere asumir el rol protagónico que le corresponde.
Las personas deben participar activamente en el estudio de la actual Constitución, y analizar las opciones que hay para su reemplazo.
Lamentablemente, en comunas cercanas a Temuco, que también han sido partícipes del reclamo a nivel nacional, no pareciera haber voluntad de trabajo intelectual para organizarse, estudiar y discutir las bases de la nueva institucionalidad.
Hago por eso un apremiante llamado a los líderes de juntas de vecinos a organizar sus comunidades de base, para analizar la actual situación constitucional, y con cultura cívica debatir las posibilidades, porque en caso contrario todo el esfuerzo de quienes han alzado la voz, con respeto al Derecho, quedará en nada.
Samuel Saavedra Avilés abogado y diplomado en Estudios Teológicos