El reconocimiento facial en Chile
En tiempos en los que la seguridad resulta clave, contar con la tecnología precisa en el momento adecuado hace la diferencia. Ese es uno de los principales motivos para contar con cámaras que posean una buena densidad de pixeles, para permitir mayor nitidez en sus imágenes.
La labor de los organismos de seguridad se podría ver apoyada facilitándoles el trabajo de identificación de personas que producen desmanes y vandalismo. Hoy en Chile existe la tecnología que ofrece dos opciones para que una cámara pueda realizar el reconocimiento facial.
En primera instancia, se puede lograr con una cámara de alta densidad de pixeles, es decir, que tome una imagen general de un espacio y que sea tan nítida, que permita que de ahí se capturen rostros. La segunda opción es que se incorpore un operador que haga zoom a una imagen de vista general para identificar a una persona involucrada en algún hecho delictual.
La implementación correcta del reconocimiento facial trae consigo resultados muy satisfactorios, los que sin duda permiten resguardar la seguridad de la ciudadanía.
Samuel Ramírez, Business Development Director de Hikvision Chile
Ordenar la casa
A nuestras autoridades, cualquiera ellas sean, el suscrito, como muchos, sin duda les planteamos reiteradamente la pregunta más básica y fundamental como ciudadanos patriotas de trabajo y de paz; al ver como se derrumba, como se destruye nuestra nación… ¿Hasta cuándo seguirán los abusos el libertinaje los desórdenes y la ingobernabilidad; hasta cuándo y cuánto más deberemos esperar para destronar la anarquía y el irrespeto imperante, etc.; o no son capaces de entender qué es lo primero?... obvio !primero ordenar la casa, después lo demás¡
Qué decepción más grande de esta "democracia", !la panacea¡, que nos condujo paradójicamente a éstos difíciles tiempos y que irrisoriamente e internacionalmente por algún organismo ha sido calificada recientemente de "democracia plena". Me pregunto, ¿de qué planeta vendrán, que ceguez y manipulación más grosera de la realidad?, y por último que decepción de los llamados "DD.HH.", un denigrante show, completado con el actuar de buena parte de nuestra clase política. Por favor, el país está primero; ¿hasta cuándo?
José Manuel Caerols Silva
Descontento social
La masiva manifestación del descontento social acumulado por décadas que ha vivido el país o también llamado "estallido social", ha tenido como consecuencia continuos y violentos enfrentamientos de los manifestantes con las fuerzas del orden público.
Si bien se han observado indiscutidos excesos de ambas bandos, casi como en una guerra civil, distintas son las conductas indeseadas que se han ido normalizando producto de estos choques. Una de ellas es la falta al respeto reiterado a la autoridad civil y uniformada.
Es evidente que, en este sentido, la institución de Carabineros ha sido la más damnificada, pues representa la primera línea con los exaltados, ya que se ha perdido el nivel de acatamiento de una comunidad que se ha vuelto extremadamente contestataria y rebelde lo cual, si bien se justificaría para algunos, no es lo más correcto dentro de una sociedad democrática.
Es así como se hace necesario adoptar medidas que devuelvan al organismo policial niveles de obediencia, por lo que éstos deberían utilizar herramientas legales como la que otorga la contenida en el artículo N°495 numeral 4 del Código Penal, esto es, la sanción a la falta de respeto a la autoridad en el ejercicio de sus funciones lo que, a lo menos, podrá servir de disuasivo ante el maltrato verbal permanente a los que se exponen, y de forma cotidiana, estos agentes del Estado
Gary Parra Sanhueza
Incendios forestales
Hace un año aproximadamente, los cielos de Temuco se teñían con las cenizas provenientes de incendios forestales de otras comunas, a kilómetros de distancia. Fue tal la voracidad de las llamas que hubo pérdidas no solo materiales, sino humanas.
Hoy vemos que las condiciones de este verano son parecidas a las del año pasado, con altas temperaturas, con la vegetación seca. Por ello es importante que la gente que acampa, la que trabaja en el campo, quienes viven junto a los bosques, tengan el cuidado suficiente como para evitar que por un descuido perfectamente evitable haya que terminar lamentando desgracias.
Alejandra Jara