Imperial: vecinos de exLiceo Industrial acusan abandono de ruinas del edificio
MOLESTIA. A un año del incendio que redujo a cenizas el establecimiento, los restos siguen a la vista, con el perímetro rodeado por latas sueltas.
Un amargo despertar tuvieron a eso de las 02.30 de la madrugada del viernes 2 de febrero del 2019 los exestudiantes, profesores y vecinos del emblemático Liceo Industrial en Nueva Imperial, que impartía las especialidades de Electricidad, Mecánica Industrial y Construcción. Y es que a esa hora se activaron las sirenas de emergencias del Cuerpo de Bomberos de la comuna imperialino, que con sus tres toques daba cuenta de incendio estructural declarado.
Al lugar concurrieron todas las unidades y voluntarios de Bomberos de Nueva Imperial, que se encontraron con la construcción en llamas.
A un año de la emergencia, el lugar hoy se encuentra en escombros, con pastizales, mal cerrado el perímetro con latas mal clavadas, y con los vecinos molestos y preocupados ante la posibilidad de proliferación de roedores, y porque -aseguran- al lugar se meten personas a beber.
TRAS EL INCENDIO
Una vez que el fuego arrasó con la estructura en febrero del año pasado, se realizaron diversas reuniones, en busca de una solución para que los alumnos no perdieran el año escolar.
Gracias a las gestiones del alcalde imperialino Manuel Salas -ex alumno y profesor del Liceo- se entregó en comodato el Centro Cívico, lugar donde funcionó el exLiceo Diego Portales. Además, se realizó la firma de un libro de adhesión por la reconstrucción del Liceo Industrial. Sin embargo, el edificio destruido por el fuego sigue en ruinas.
COMUNIDAD
Los vecinos y vecinas que tienen su casa colindando con el siniestrado edificio han mostrado su preocupación. María Ñancucheo señala que "la verdad es que estamos preocupadas, por lo mal que se ve en medio de una avenida que es un paso obligado de automovilistas que se dirigen a la zona costera. Acá pasan muchos turistas a comprarnos artesanía, y cuando queremos mostrar un pueblo bonito, esto lo afea".
Más molesta fue la vecina Adriana Aguayo, quien indicó que "acá no se pretende señalar con el dedo a nadie, pero lo que se pide es que alguien le ponga el cascabel al gato, me da una pena terrible de ver esto, acá es un peligro, las latas están sueltas y con el viento perfectamente pueden causar daños. Yo pertenezco a una agrupación de exalumnos del Industrial, allí me eduqué y ver esta cuadro no es muy grato".
La vecina Estefanía Carrasco, quien tiene un puesto de papas fritas en esa esquina, señaló que "más allá del problema de las ratas y de la gente que ingresa al interior a sacar los pocos postes que quedan, ver así estas ruinas no es ningún hermoseamiento para el lugar, donde pasa mucha gente que va de camino a Carahue y otras partes de la costa. Yo creo que ese terreno pertenece a alguien, nos preocupa todo ese pastizal seco, es más combustible para el fuego".