Marzo 2020
Si estar en contra de las barricadas, primera línea o de las marchas eres considerado de derecha, conservador o amarillo; y sí al defenderlas eres considerado comunista, anarquista o parte de una conspiración extranjera. Qué pasa con las personas que están a favor pero que realmente quieren ocupar este momento de estallido y de desequilibrio institucional, para dirigirlo a un momento de debate, diálogo y reflexión.
De llevarlo a un diálogo honesto, sincero y entendiendo los roles que debe cumplir cada interlocutor, como lo es la empatía de intentar comprender el punto del otro, aunque a primera vista su posición no tenga justificación dentro de tus principios morales; aún así darle espacio y respeto para que este se desarrolle y argumente.
La empatía tiene que existir hasta para la gente que no está por el diálogo, y desde ahí empezar a construir algo que nunca nos han enseñado. Que es escuchar al otro con real interés de comprender su mundo, sus visiones y el por qué ha llegado a pensar y actuar de esa manera. Yo creo personalmente que es el único camino que nos alejará de la violencia que tienen ambos sectores; y desde ahí a través de la reflexión llevar rumbo este descontento que algunas personas desconocían (increíblemente) a acciones reales.
Benjamín Villa Curihual, estudiante de Química y Farmacia Universidad de La Frontera
Kramer y el monstruo
... Y el monstruo del festival, no se "comió" a Kramer...
¿Qué pasó?, ¿por qué sus colegas en otros festivales no tuvieron igual suerte, con los pares del monstruo?, ¿qué hizo de nuevo?
En pocas palabras, la receta de Kramer fue estudiar previamente muy al detalle al monstruo que iba a enfrentar, leyó muchas encuestas, revisó sus gustos culinarios, eligió con pinzas los ingredientes de la merienda que le preparó para "entretenerlo", ensayó la rutina, él mismo lo reconoció, en otros festivales, en frente de parientes más pequeños del monstruo viñamarino, todo bien sazonado, a punto, no recocido, ni salado. Raya para la suma: Kramer le dio al monstruo lo que el monstruo quería, nada al azar, nada de redescubrir la rueda, nada de probar bocados nuevos, una sandía calada, la mejor prueba es que las poquísimas veces que le dio "derechamente" para comer otros sabores que no le agradaban, lo pifió de verdad.
Luis Enrique Soler Milla
Pobreza y sequía
Según un reciente informe de la fundación Amulén, dedicada al estudio del agua y su distribución, llamado "Sequía en Chile: la brecha más profunda", hay una correlación importante entre los niveles de vulnerabilidad de las comunas y la falta de agua. Más aún, si esto lo llevamos al mundo estrictamente rural, un 80% de esa población proviene de los quintiles más postergados del país y que dependen principalmente de la agricultura, ganadería o actividades afines, donde necesitan imperiosamente el agua. Sin el vital elemento estas mismas quedarán todavía más postergadas, no en cuanto al consumo mismo, sino que su desarrollo económico el cual está ligado derechamente a ella.
Con la grave sequía que actualmente vivimos, de hecho, la peor desde que existen registros, el panorama no es para nada alentador, pues con las condiciones actuales que posee Chile, se ve difícil crear en un futuro cercano carreteras hídricas que lleven agua desde lugares con mejores condiciones como por ejemplo la Región de Aysén.
¿Cómo continuaremos soportando comunas a punta de camiones aljibe, porque el agua literalmente se acabó? ¿Qué haremos con esos vecinos desplazados de sus lugares de vivienda y trabajo, los traeremos acaso a vivir a un campamento a la ciudad, aumentando el hacinamiento y la segregación? Por todas estas razones es que tenemos un desafío enorme como Estado y municipios, antes que nuestras comunidades rurales sigan desapareciendo.
Antiguamente en la mayoría de los campos de Chile, uno encontraba agua a pocos metros, menos de diez en algunas ocasiones, hoy algunos llegan a perforar hasta más de ochenta y cinco metros para encontrar agua. Las norias se están secando y es también un hecho.
No basta que el Estado entienda el problema en sí, que sin duda lo viene haciendo, sino también que de ahora en adelante toda política pública tenga, ya sea desde el Estado o desde los municipios, una profunda huella hídrica en su ser.
Cristian Balmaceda, alcalde de Pirque y presidente de la Asociación de Municipios Rurales
Más chilenos, menos Maroon
¿Por qué los chilenos tenemos que aguantar a artistas tan desagradables como los Maroon 5? ¿Por qué de una vez por todas no le damos la posibilidad a los artistas nacionales emergentes? ¿Es obligación del festival arriesgarse con gente como esa, que además se lleva una millonada de plata?
Ismael Álvarez