Preocupante
Preocupante es el comportamiento de la elite política y económica del país frente a una crisis que afecta y afectará la salud de la mayor parte de la población. Inclusive con muertes en aumento.
En Europa, Mandatarios y gobiernos disponen medidas de apoyo social al hueso, como aportes económicos a los trabajadores, beneficios a las familias, suspensión de pagos de costos básicos etc. En América, modestos gobiernos como los de Perú y El Salvador permiten retirar dinero desde las AFP en 3 días y congelan pagos de consumo, agua y luz. En Argentina igual por 3 meses. En Uruguay el Presidente dispone rebaja ipso facto de un 20% los sueldos de los políticos.
¿Y aquí? Poco, casi nada. Y con cargo a los propios ahorros de los trabajadores como por Ej. con su fondo de cesantía. Con parafernalia el Gobierno otorga un mini bono de 50.000 a la mitad de la clase trabajadora y dispone un ingreso mínimo de 300.000 a los contratados. Los informales no corren. Las AFP con apoyo a rajatabla del Gobierno, políticos y empresarios rechazan de plano que los cotizantes puedan retirar un mínimo de sus platas para paliar el duro día a día porque "sus futuras pensiones bajarían".
La rebaja de sueldos de los parlamentarios está "en estudio en el Congreso". O sea, apenas un proyecto. Y las Isapres, en medio de una crisis sanitaria, se dan el lujo de subir los planes de salud para que luego el Gobierno se luzca celebrando una "postergación" de las alzas, cuando miles de trabajadores y funcionarios están perdiendo sus empleos. El objetivo per se es no dejar de ganar.
Cuando pase esta noche negra en nuestro país, la reacción social puede ser terrible, con algún populista a la cabeza como pasó con Ortega en Nicaragua o Chávez en Venezuela. La indignación es mucha.
Gaspar Millas del Río
Las señales económicas
Es llamativo que uno de los pocos ámbitos en que Chile muestra estándares incluso superiores a algunos países del mundo desarrollado sea en el nivel de las dietas y asignaciones parlamentarias.
Actualmente, la remuneración de los parlamentarios equivale a más de 33 sueldos mínimos, situando a los legisladores chilenos como los mejor pagados de la OCDE. La reducción de la dieta parlamentaria, bajar el número de parlamentarios y limitar las reelecciones serían pasos decisivos para mejorar la calidad de la política.
En ese contexto, hay que felicitar a lo senadores que finalmente demostraron que su rol social y político con la comunidad es más fuerte que las diferencias que puede generar una iniciativa que reduce su dieta parlamentaria. Si bien, el Ejecutivo tuvo que ingresar varias presiones finalmente, la iniciativa ve la luz en el Congreso.
Y es que si algo queda claro con el resultado de esta votación, es que si queremos predicar de bien común y solidaridad, al menos demos partir por dar el ejemplo.
Francisca Herrera J.
Nadie entra, nadie sale
Justo a un mes de que se produjera el primer caso de contagio en el país, ya son 18 los muertos en Chile a causa del coronavirus. De ellos, la mayoría eran adultos mayores con enfermedades crónicas, tres estaban en residencias; uno, Daniel Mañil, el más joven de los fallecidos, que murió en el Hospital de Molina, era un hombre en situación de calle y reunía todas las condiciones para que el covid-19 se ensañara con él.
Como Hogar de Cristo hemos insistido en que las más de 15 mil personas que viven en situación de calle en Chile son la población más indemne frente a la pandemia y que se requiere de acciones coherentes y multisectoriales para protegerlas. Vacunarlas contra la influenza fue una, pero hay mucho más que hacer.
En nuestro territorio, está la residencia para personas en situación de calle en Temuco, que acoge a 9 personas. Y la hemos declarado en cuarentena preventiva para evitar que sus usuarios se contagien al entrar y salir de ella. No es una medida fácil. Las personas en calle son naturalmente libres, les cuesta la convivencia, viven al día y necesitan juntar sus monedas. El cierre de nuestras puertas ha significado ampliar los servicios de alimentación, organizar actividades recreativas, pero sobre todo un compromiso con los que se quedan dentro: si salen, no podrán volver a entrar por el riesgo de contagio. Esto significa también que no se permitirán nuevos accesos una vez declarada la cuarentena, una medida drástica pero necesaria, dada la alta capacidad de propagación del coronavirus, más en una población de alto riesgo como la ya descrita.
Pedimos a todos ayuda, especialmente a quienes puedan aportar con los escasos insumos sanitarios de seguridad, como guantes y mascarillas, que requerimos para extremar la seguridad. Y compresión frente a esta cuarentena que hemos establecido, tan dura como los tiempos que corren.
Pedro Urrutia, jefe de Operación Social de La Araucanía Hogar de Cristo