Por Mauricio Rivas Alvear
La memoria de Quintín Gumucio Castellón está fuertemente conectada con su infancia. Por más que lo evite, su mente le recuerda a diario, y con nostalgia, los paisajes del fundo Parlamento, en la comuna de Perquenco, y los habituales paseos por los pasos fronterizos de Pino Hachado, Mamuil Malal y el Túnel Las Raíces. No lo dice, pero cuando habla cualquiera podría sospechar que si Quintín pudiese retroceder en el tiempo volvería a esos lugares que lo maravillaron cuando niño.
Nuestro entrevistado cumplirá en septiembre 76 años, de los cuales casi cincuenta lleva viviendo en Suecia. Por cosas del destino nació en Salta, Argentina, dónde su padre era cónsul de Chile. Sin embargo, gran parte de su vida está ligada a La Araucanía. Se crió en los campos de Perquenco y alcanzó a vivir un par de años en la Torre Caupolicán en Temuco, mientras su familia de origen nunca se despegó de la Región.
Quintín Gumucio llegó a a Suecia a estudiar Antropología, donde logró un doctorado en la Universidad de Uppsala, ciudad donde vive y que encuentra ubicada a 78 kilómetros al norte de Estocolmo, la capital sueca. Y tras trabajar por casi cinco décadas en la docencia, hoy Quintín se encuentra jubilado y solo dedicado a realizar tutorías a estudiantes de postgrado y a escribir diversos artículos de investigación.
La vida, como a todos, le ha cambiado en estas últimas semanas a este profesor universitario, sobre todo en una país que inicialmente optó por una estrategia menos restrictiva para enfrentar la pandemia, pero que hoy está endureciendo sus políticas debido a la gran cantidad de contagios (14.385 y muertes (1.545 hasta ayer) en los últimos días.
-¿Por qué Suecia ha enfrentado de manera distinta esta crisis, con medidas menos restrictivas que en el resto del mundo?
-Se sigue una larga tradición del más amplio ejercicio de derechos individuales y ciudadanos. Esto en combinación con un sutil control de organizaciones, sindicatos, becas culturales, el poder judicial, la iglesia sueca (luterana), etcétera. No por nada hay observadores que hablan del oculto "estalinismo" sueco.
-¿Cuál es la estrategia que se le plantea a la población?
-Recomendaciones como hacer solo viajes muy necesarios, no viajar al campo o a la montaña, evitar ir al extranjero y no juntarse más de 50 personas.
-¿Cree que el Gobierno está en lo correcto en propiciar aún las libertades individuales?
-No lo creo. Definitivamente no. Lo que vale para tiempos normales no tiene validez cuando hay tormenta declarada.
-¿Da la impresión que la autoridad sueca confía demasiado en el comportamiento de los habitantes?
-Haz de cuenta que confía porque no les queda otra. La autoridad está amarrada de manos. El líder del partido conservador acaba de proponer que se modifique la constitución que ahora contempla facultades especiales para el Ejecutivo en caso de guerra pero no para crisis civiles como la actual.
-¿Existe un real compromiso colectivo de la población?
-De aproximadamente el 80% sí. Pero basta ese 20% irresponsable para que la curva siga en ascendiente.
-A su juicio, ¿qué medidas de las adoptadas en Suecia pudiesen replicarse en Chile?
-Medidas económicas que no pasen por la defensa de desigualdades estructurales.
-¿Usted estuvo en cuarentena preventiva?
-Llevamos más de un mes con prevención de movimiento.
-¿Y qué medidas de higiene y prevención adopta en su familia?
-Salimos de la casa lo mínimo, mayormente sacamos al perro al bosque vecino o a algún lugar cercano. La hija de mi señora vive cerca y nos hace las compras. A cualquier parte que vayamos usamos guantes y mantenemos distancia. Al volver a la casa desinfectamos todo lo que puede ser delicado en el auto, y un minucioso lavado de manos.
-¿Qué medidas y beneficios ha entregado Suecia en materia económica para sus habitantes?
-Hasta el momento se ha aprobado un paquete de apoyo de 12.500 millones de dólares. Habrá que ver hasta cuánto dura.
-¿Cómo es el trato con los inmigrantes, cómo usted?
-Los latinoamericanos que vivimos aquí de hace años ya somos parte del paisaje. Los que son objeto de actitudes hostiles y racistas son los migrantes del Oriente Medio y África. El partido de ultra derecha Nacionalista ha crecido enormemente los últimos años y ahora está peleando el primer puesto con la Social Democracia.
-¿Qué papel han desempeñado las redes sociales?
-Casi el mismo que en otras partes, no hay mucha variación, solo que los suecos son un poco más serios y no agarran papa tan fácilmente como en nuestros países.
-¿Mucha noticia falsa?
-Depende qué se quiere decir. A nivel de medios sociales se diría que es menos que en nuestros países sureños. Sin embargo, a nivel de TV, prensa establecida, información que entregan las autoridades el nivel de falseamiento y ocultación es por de más alto. El engaño mediático es sistemático.
-¿Cómo cree que se ha abordado la crisis en Chile?
-Así, de lejos me, da la impresión que, en cuanto a salud pública, son medidas bastante oportunas y adecuadas, aunque cobrar por los test no me parece. En lo laboral, en cambio, opino que el asalariado queda mucho a merced del empleador. El gobierno debería exigir más responsabilidad social a las empresas.
- Chile está con toque de queda y con cuarentena total en varias comunas ¿Cree que son medidas exageradas? ¿Sería posible aplicarlas en Suecia?
-Para mí que son medidas adecuadas. En Suecia por el momento no es posible aplicarlas, el gobierno apenas tiene facultades para clausurar un terminal marítimo o de buses.
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"Los latinoamericanos que vivimos aquí de hace años ya somos parte del paisaje. Los que son objeto de actitudes hostiles y racistas son los migrantes del Oriente Medio y África".