Números
Los que ya pintamos canas, o "los viejos tercios" de otrora, al decir del destacado actor Tito Noguera, solo somos números. Y números igual a cero. Cada mañana, cual contador de la Teletón, el Ministerio de Salud arroja nuevos números de fallecidos, o sea de los sin valor, medio desechables, diríamos.
En el mundo de la ingeniería comercial y las finanzas cuando se trata de seres humanos, de pobres, de enfermos, de jubilados, de inmigrantes y otros, se habla en números, de promedios, de porcentajes y de análisis estadísticos. Incluso se califica de "grasa social", entiéndase de quienes son carga para la productividad de las empresas, las utilidades, incluso para el mismo Estado.
El Gobierno, en línea, de suyo habla de números e inversiones, de miles de millones de dólares para "ir en ayuda de 2,7 millones de compatriotas"...
Nunca es triste la verdad, dice Serrat, solo que no tiene remedio. Lorena Durán, en el sur profundo de La Araucanía, cumpliendo con la otra solidaridad, la del campo, lejana a números, se muere por negligencia médica y falta real de apoyo sanitario estatal. Se suma a los viejos que en estos meses han partido sin pena ni gloria.
Para los técnicos neoliberales la estadística marcha bien, en el país se controla la epidemia. Hay números azules.
Gaspar Millas del Río
Atentados
En relación con el atentado a una patrulla de Carabineros en la provincia de Arauco, cometido con armas de fuego y explosivos por la agrupación Resistencia Mapuche Lavkenche, cabría comentar que estos actos terroristas -eufemísticamente denominados "violencia rural"- son realizados por grupos organizados fuertemente armados, compuestos por combatientes entrenados militarmente.
La estrategia, los métodos de acción y los objetivos políticos de las organizaciones que están llevando a efecto estos actos -propios de una guerra irregular- están descritos en el libro "Chem Ka Rakiduam". Pensamiento y acción de la CAM", publicado por la Coordinadora Arauco Malleco.
Las autoridades de Gobierno, teniendo a la vista estos antecedentes, no han adoptado las medidas necesarias para cumplir con sus obligaciones esenciales: la conservación del orden público, la protección de los derechos de los ciudadanos y la promoción del bien común.
Si el Estado de Chile no aniquila al terrorismo en La Araucanía y regiones aledañas, apelando a todos los instrumentos que le confiere la ley, lo que incluye la aplicación de la violencia física legítima -la que, obviamente, debe ser superior a la de los terroristas-, nos convertiremos definitivamente en un Estado fallido; aquellos que se caracterizan por su incapacidad para tener el control sobre regiones de su territorio.
Adolfo Paúl Latorre
Libertad económica
En pleno desarrollo de la pandemia del covid-19, se conoció el Índice de Libertad Económica 2020, que anualmente elabora la Heritage Foundation. Al tope del ranking aparece, con un puntaje de 89,4, Singapur, que junto a Hong Kong (89,1), Nueva Zelanda (84,1), Australia (82,6), Suiza (82) e Irlanda (80,9) integran la categoría de países económicamente libres. Para llegar a esa categoría la Fundación Heritage exige un puntaje superior a 80 puntos. Completan la lista de los diez mejores posicionados el Reino Unido (79,3), Dinamarca (78,3), Canadá (78,2) y Estonia (77,7). En el puesto 15 aparece Chile (76,8) y en el 17, Estados Unidos (76,6).
Los índices que están bajo evaluación son: Estado de Derecho, tamaño del Gobierno, eficiencia regulatoria y apertura de mercados, concluyendo que a mayor libertad económica, hay mayor progreso económico financiero y con ello el crecimiento sostenido causa una disminución de la pobreza, objetivo que todo gobierno busca reducir.
Pero me llama profundamente la atención que uno de los países que tuvo una exitosa estrategia para vencer el covid-19, esté dentro de los top 3, ¿es que los países con mayor libertad económica son más exitosos en el manejo de crisis, adaptación al cambio y toma de decisiones? El tener una empresa privada desarrollada, fuerte y robusta en los diferentes ámbitos, mantener un adecuado tamaño del Estado, invertir en el sistema de salud público y tener una gran capacidad de realizar testeos, fue decisivo.
La principal habilidad del país fue poner mantener en un estricto confinamiento a todos su habitantes, en una mezcla perfecta entre respetar el Estado de Derecho y tener una capacidad financiera en sus familias, creo firmemente que estas dos variables son ámbitos a mejorar si queremos ser un país desarrollado, y continuar creciendo en la libertad en sus mas diferentes ámbitos.
Gonzalo Valdés Lufi