Nada de fácil están las cosas para el rugby local. Los daños colaterales de la pandemia han golpeado fuerte a la especialidad y la tienen en un momento nunca visto en su historia. El instante está marcado por la posibilidad de dar un paso que nadie quiere dar: el de cancelar la temporada.
"El momento es delicado porque no hemos podido hacer nada en lo competitivo y se ven pocas posibilidades de que las cosas cambien en el corto plazo. Las señales no son muy buenas y eso nos tiene complicados", reconoce Pablo Vásquez, presidente de la Asociación de Rugby de La Araucanía (Arua).
Tal es el nivel de impacto generado por el covid-19 en el deporte de la ovalada en la Región, que la posibilidad de dar por suspendida la temporada ronda con fuerza por la mente de quienes dirigen los destinos de la especialidad.
"Suspender oficialmente las actividades deportivas es una posibilidad. Tenemos que evaluar primero la situación de nuestros clubes y las recomendaciones que nos entreguen las autoridades sanitarias. El martes tendremos una reunión y ahí se empezarán a tomar decisiones", añade Vásquez.
Referencia
La cita a la que hace referencia el directivo se desarrollará a las 21 horas, reunirá a dirigentes de los clubes masculinos y femeninos de la Arua y se realizará de manera virtual.
"No hay que olvidar que el rugby es un deporte de mucho contacto y eso es precisamente lo que las autoridades de salud recomiendan evitar. Esa característica hace muy difícil que se pueda jugar un campeonato en las circunstancias actuales", asume Paulo Acuña, vicepresidente de Ufro Rugby Club, institución que pertenece a la Arua.
"Nuestros jugadores se mueren de ganas de salir a la cancha y disputar el torneo. Sin embargo, tenemos claro que las condiciones actuales no son las mejores. Asumimos que el panorama está complicado, pero también hay que ver lo que ocurre y lo que piensan los demás clubes. Sin duda las decisiones tienen que ser consensuadas", afirma Acuña.
Rucamanque, otro de los clubes afiliados a la Asociación de Rugby de La Araucanía, tiene una mirada más optimista.
"Sabemos que las cosas están difíciles en la actualidad, pero también tenemos claro que si la curva de contagios de coronavirus baja, el escenario puede cambiar bastante. Esperamos que sea así para tener opciones de jugar la competencia local. No queremos que sea un año inactivo para el rugby en lo deportivo", expresa Claudio Mora, vicepresidente de Rucamanque.
Desde la perspectiva del dirigente, si existen señales de aplanamiento de la curva de contagios de covid-19, se podría pensar en jugar un campeonato acotado y que parta no antes de septiembre.
Dinámico
"Todo esto es dinámico y cambia todos los días. Si las cosas mejoran, es posible que en septiembre o en octubre se pueda hacer algo. Ahora si eso no pasa, la situación del campeonato se complica", subraya Mora, quien tiene claro que la reunión del martes marcará el rumbo de la temporada.
La cita genera alto interés entre quienes están vinculados al rugby y que quieren volver a ver en acción a la ovalada, pero con todas las condiciones de seguridad para jugadores, jugadoras, técnicos, dirigentes e hinchas.