Hace más de dos meses, Cristián Palma se aisló del mundo y se encerró en su casa para entrenar y protegerse de la pandemia. El boxeador lautarino se alejó del trabajo en los cuadriláteros y durante todo abril y parte de marzo y mayo transformó el patio de su hogar en su gimnasio.
Ese periodo le sirvió para mantenerse en forma, pero no para desarrollar un trabajo adecuado a su estampa de pugilista profesional. Esa falta de ejercicios específicos le llevaron a tomar la decisión de cambiar la dinámica de sus prácticas y de volver a los gimnasios.
Su retorno se materializó hace algunos días y le permite realizar sus primeros trabajos de fondo técnico en medio de la pandemia.
"Yo soy profesional del boxeo, vivo de esto y necesito entrenar de manera adecuada. Por eso me atreví a volver al gimnasio, pero con todos los cuidados respectivos", dice Cristián Palma, quien reactivó sus trabajos con mayores estándares de normalidad, luego de que el Gobierno anunciara la autorización para el retorno a la actividad de los deportes individuales.
Al gimnasio
Una vez que eso ocurrió, el "Tigre" se instaló en el Gimnasio Municipal de Lautaro para entrenar de una manera más cercana a la habitual. En esos trabajos es acompañado por Roberto Castro, su técnico de siempre.
"Sanitizamos los guantes, las pesas, los sacos y todo el material que utilizamos. Además usamos mascarillas. Con don Roberto somos los únicos que ingresamos al gimnasio. Allá él me dirige y mantenemos la distancia que recomiendan las autoridades", recalca Palma, quien tiene 35 años y es campeón sudamericano de la categoría pluma.
"Esto lo estamos haciendo responsablemente. Volvimos a entrenar de esta manera porque después de más de dos meses de inactividad se pierde mucho en lo físico y en lo técnico y después recuperar todo eso es difícil. Ahora también debo precisar que voy al gimnasio algunos días y en los otros trabajo en la casa", afirma Palma.
Decisión
"Después de tres meses, lo que pierde un boxeador en lo físico y lo técnico es irrecuperable. Por eso tomamos la decisión con Cristián de volver a entrenar en condiciones más cercanas a las habituales", complementa Roberto Castro, técnico del pugilista.
Los trabajos incluyen sesiones de alrededor de una hora y 20 minutos de duración y consideran ejercicios de fuerza, velocidad, coordinación y técnica.
"Planificamos un trabajo que considera un 50% de exigencia con respecto a circunstancias normales. Lo ordenamos de esa manera porque esto tiene que ser gradual. No hay que olvidar que Cristián estuvo más de dos meses entrenando de manera suave en su casa", dice Castro, quien aporta más detalles.
"Después se irá subiendo la exigencia, en la medida que se vayan levantando las restricciones. Por ahora Cristián está en un etapa de transición que le ayudará para el momento en que se autorice el regreso del boxeo en Chile", especifica Castro.
Cuando se levanten las restricciones, Palma tiene pensado disputar un par de combates en Lautaro. Ahora el escenario puede cambiar en la medida que aparezca algún ofrecimiento para pelear a nivel internacional.