La ovalada no circulará este año por las canchas de la Región. Así quedó estipulado en la reunión de este mes de la Asociación de Rugby de La Araucanía (Arua). En la cita, la directiva de la agrupación y los dirigentes y delegados de los clubes que la componen, tomaron la decisión de suspender el campeonato 2020 por el complejo escenario sanitario que vive el país.
"La decisión la tomamos y creemos que es la más acertada", indica Pablo Vásquez, presidente de la Asociación de Rugby de La Araucanía.
La medida se tomó en la reunión de mayo de la Arua y en la que se evaluó la realidad de cada club y las posibilidades de retomar las actividades de la especialidad. El diálogo, que se estableció de manera remota, derivó en la decisión de no disputar ninguna competencia este año por los riesgos de volver a las canchas en medio de la pandemia.
"La decisión fue unánime. Todos entienden que estamos en un momento de salud complejo y que no se ven señales para pensar en que la situación mejorará", dice Vásquez, quien agrega otro antecedente relevante en la decisión.
"La Federación de Rugby de Chile elaboró un protocolo con exigencias para el regreso a las actividades y que se basa en lo que dice la World Rugby. Nosotros en estos momentos no tenemos los recursos para cumplir con esos requerimientos", añade el directivo.
Referencia
Las exigencias a las que hace referencia el dirigente son las básicas que se proyectan para otras disciplinas, como el uso de medidores de temperatura, la sanitización de los elementos que se utilizan en el juego, el uso obligatorio de alcohol gel y la restricción del acceso de público a los encuentros. A esos requerimientos se suman otros extras, como la obligación de los rugbistas que hayan sufrido covid-19 de presentar certificados médicos que garanticen que sus capacidades pulmonares y cardiacas son las adecuadas para la práctica del deporte de la ovalada.
"Sabemos que las condiciones actuales están lejos de ser las ideales y que probablemente las cosas no cambiarán en un mes o dos. Entendemos la decisión que se tomó porque hay que cuidar a los jugadores y a todos quienes se mueven en torno al rugby local", plantea Francisco Ramos, head coach de Rucamanque, uno de los clubes que está afiliado a la Arua.
"Lo que sabemos es que sin competencias, el enfoque estará en otras áreas del rugby y que son muy importantes. Hay que esperar lo que ocurre en los próximos meses y hay que interiorizarse de las decisiones de la asociación", afirma Ramos.
"Consideramos que la decisión que se tomó es la correcta. Estamos atravesando por una situación sanitaria demasiado delicada y que nos impide jugar con seguridad. En estos momentos, lo más importante es la salud de quienes estamos ligados al rugby", expone Daniela Baeza, capitana de Wallmapu, otro de los clubes asociados a la Arua.
"Llevo 13 años jugando rugby y nunca habíamos vivido una situación así. Bueno, esto seguramente motivará otras decisiones fuertes en el mundo del deporte", recalca Daniela Baeza, quien reconoce que lo más complejo en los meses que vienen será mantener la motivación de quienes compiten a nivel local.
"Mantener a un plantel motivado y sin competencias es demasiado difícil", subraya la rugbista.
Ya con la decisión tomada y asumiendo que solo un cambio demasiado profundo en la realidad sanitaria del país modificará el programa de este año, los rugbistas locales guardarán la ovalada y se prepararán para volver con todo en la temporada 2021.