Eduardo Henríquez O.
Uno de los habitantes más conocidos del centro de Temuco acaba de partir de este mundo. Se trata del comerciante y empresario chileno español Fidel Canseco González, identificado como el fundador de las panaderías "Selecta", una marca ciento por ciento local que en 2020 alcanza sesenta años de historia y plena vigencia.
Este inmigrante avecindado en Temuco, ciudad que elige para vivir y emprender junto a su fallecida esposa, Elda Canseco, el año 1960, falleció a las 5 de la mañana de ayer en su domicilio, aparentemente, afectado por un infarto al corazón, consecuencia de sus 86 años y de un largo padecimiento de hipertensión.
Así lo informa su familia, que ayer lo velaba en plena intimidad, condición que se repetirá hoy, a las 12 horas, en el acto funerario que tendrá lugar en el Parque del Sendero, donde descansarán sus restos, luego de una despedida en la que participarán solo sus familiares más cercanos.
Originario de Vegacervera, provincia de León, España, Canseco llega a Chile en la primera mitad del siglo XX junto a dos hermanos por invitación de su tío Antonio Canseco Barrio, que ya estaba radicado en la localidad de Pillanlelbún, donde oficiaba como comerciante de un completo emporio.
A diferencia de sus hermanos, que al no encontrarse a gusto en estas tierras se regresan a la Península Ibérica, Fidel Canseco ve una oportunidad de aprender de su tío y emprender lo propio. Luego de incursionar en otros rubros, en 1960, ya casado con Elda Canseco, toma la decisión de aventurarse y probar suerte en la capital de la provincia de Cautín, Temuco.
La decisión no pudo ser mejor. Aquí adopta una de los oficios más clásicos y siempre auspiciosos para los inmigrantes españoles de la época, el arte y negocio de la panadería.
Así nace la panadería "Selecta", cuya primera dirección, y que aún se mantiene, es en la esquina de las calles Manuel Montt y General Lagos. Allí comienza todo para este proyecto familiar que hoy es la Empresa Panificadora Canseco Limitada, el cual actualmente es administrada por las cuatro hijas del matrimonio: Anita, Carmen Gloria, Marcela y María Paz.
Los primeros años son literalmente de esfuerzo y dedicación al cien por cien.
"Nuestros padres levantaron la panadería. Y para hacerlo nuestro papá tuvo que aprender el oficio. Él hizo pan con sus propias manos. Cuando iniciaron tenían un solo maestro panadero, así que se turnaban para vender. Entre los tres se las arreglaban para hacer que funcionara todo", recuerdan con orgullo las hijas de don Fidel.
Es tal la dedicación que el matrimonio recién se da la oportunidad de volver a visitar España el año 1972.
Fruto de esa energía puesta en su emprendimiento, Selecta tuvo un segundo local que todavía atiende a público en Montt, entre Aldunate y Bulnes, aunque alguna vez hubo otra sucursal en la calle Hochstetter, frente al Colegio Alemán, en los años noventa, pero no prosperó. Esta curiosa incursión, de la que algunos tendrán recuerdos, fue iniciativa de don Fidel, dado que él pensó en algún momento que el centro de Temuco se apagaría comercialmente hablando y se trasladaría sin vuelta atrás a la Avenida Alemania.
Parece que en ello se equivocó. Hoy, su negocio sigue más vivo que nunca en el corazón de Temuco.
Fidel Canseco deja tras de sí a cuatro hijas, diez nietos y un bisnieto.
"Nuestros padres levantaron la panadería. Y para hacerlo nuestro papá tuvo que aprender el oficio. Él hizo pan con sus propias manos".
Anita Canseco C.,, hija
"Él era hipertenso, producto de esta condición presentó dificultades para caminar y se cayó una vez. Nunca se recuperó del todo. Al final su salud le pasó la cuenta".
Anita Canseco C.,, hija