En una pequeña vivienda con el piso destruido y donde el frío precordillerano de Cunco penetraba por las paredes, Jaime Escobar, de 64 años, intentaba sobrevivir en soledad. Hace poco debió abandonar esas precarias condiciones para internarse en el Hospital Regional de Temuco, por cáncer al esófago. Una vez de alta, surgió el fantasma de regresar a esa casa inhabitable, pero la solidaridad de sus vecinos surgió potente en medio de la pandemia del coronavirus, y es así que le esperaban con una buena noticia: le habilitaron un espacio donde antes funcionaba un local de ropa usada, amplio y frío, pero mucho mejor que la casa en la que sobrevivía.

"Aquí estoy, en una pieza prestada, mi situación no me permite hacer fuerza, por lo que doy gracias a mis vecinos que me apoyan, que me ayudan a hacer mis colados para comer... Si no me hubieran pasado esta pieza, no sé qué habría pasado", señala Jaime Escobar, acostado y vestido con una gruesa parka, por lo helado del lugar donde vive.

Campaña

Jaime Escobar no tiene ninguna jubilación, solo se mantiene por vecinos y por primos lejanos que lo apoyaron para viajar a hacer sus terapias a Temuco. El consultorio de Los Laureles le entrega leche especial para mantenerse. Es la única ayuda que recibe aparte de los vecinos.

Emergencia Sanitaria Cunco (facebook) hizo una campaña y consiguió una estufa. Hoy falta el regulador y el balón de gas, para lo cual quienes deseen ayudar pueden escribir al facebook o llamar al numero 978330604, y así finalmente entregar mejores condiciones de vida a este vecino.