Correo
Ayuda social
Junto con saludarle esta vez le escribo para agradecer a la Municipalidad Temuco por el gran apoyo y la respuesta que he tenido con respecto a solicitudes de ayudas sociales para mis socios y vecinos en estos tiempos que son tan difíciles que estamos viviendo.
Las ayudas han sido entregadas en tiempo récord gracias al gran profesionalismo del señor Manuel Nahuelpi, trabajador social de la municipalidad.
Agradecimientos especiales también para el diputado Sebastián Álvarez y a la concejala Solange Carmine de la Municipalidad de Temuco, por su gran apoyo y disponibilidad en ayudar a los vecinos.
Todo esto ha sido en apoyo y beneficio de todos mis vecinos y los beneficiados han sido especialmente los adultos mayores.
Sandra Fernández, presidenta Comité Mejoramiento Condominio Barros Arana
Apoyo a emprendedores
A poco más de cuatro meses desde llegada del coronavirus hemos visto como distintos sectores de la economía se han visto afectados, especialmente el de los pequeños emprendedores. Si bien ellos trabajan muchas veces en la informalidad, sin bancarizarse, hemos vuelto a comprobar que se trata de un sector responsable y comprometido.
Con ellos reiniciamos la entrega de microcréditos en junio, luego de suspender por dos meses las devoluciones de sus préstamos a nivel nacional. Del más de centenar de grupos que hemos ido reactivando, el 87% ha podido hacer sus devoluciones y eso nos permite seguir reactivándonos en otras comunas donde más emprendedores esperan su capital de trabajo.
Este comienzo auspicioso nos dice que cuando se entregan las oportunidades se responde, hay compromiso y sobre todo, mucho trabajo.
El desafío está en seguir potenciando y creyendo en el emprendimiento en Chile, motor de desarrollo social y económico para nuestro país.
Héctor Feeley, gerente general Fundación Banigualdad
Crisis de autoridad
Es altamente preocupante la crisis de autoridad que ocurre en Chile en los más diversos ámbitos.
Una de sus tantas manifestaciones es la renuncia del Gobierno al ejercicio de la violencia física legítima a la que tiene derecho el Estado, a fin de dar cumplimiento a su obligación esencial que es la conservación del orden público.
Esta lenidad del Gobierno nos está convirtiendo en un Estado fallido, especialmente en la Región de La Araucanía, en la que debido a la ausencia del Estado -como dijo la senadora Jacqueline van Rysselberghe- a quienes residen en esta Región no les queda otra opción para defender su vida, su propiedad y su libertad que la de hacer justicia por mano propia; comportamiento que, dado lo antedicho, pasaría a ser legítima defensa.
Adolfo Paúl Latorre
"Guglear"
Internet ha colonizado al mundo. Ya nadie dice bitácora, sino blog, por ejemplo. Entre estos nuevos términos de esta "colonización" está "Google", el nombre del buscador más extendido. Ya ha sido aceptado como verbo: "to google", en el diccionario Merrian Webster Collegiate.
Este término se ha castellanizado como "guglear", o sea, navegar en internet. Si conjugamos este verbo, tendríamos "yo gugleo, tú gugleas, él guglea, etc."
Así, si un amigo nos llama, podemos decir "Estoy gugleando", a lo cual nos puede responder: "Déjate de guglear y ponte a trabajar". Si los niños están muy inquietos en casa, el papá les puede decir: "Váyanse a guglear a otra parte". Es obvio que muchos "puristas" del lenguaje pueden no estar contentos con estos cambios, pero es una de las consecuencias de la globalización: nos guste o no.
Píldoras gramaticales: en nuestro idioma abundan las expresiones con animales para referirse a los humanos. Por ejemplo: estar en la edad del pavo (en la adolescencia); ser un gallina (cobarde); pasar gato por liebre (engañar); es muy chancho para jugar fútbol (hace muchos fouls). También proliferan expresiones relacionadas con comida y bebida como "es pan comido" (muy fácil); "anda de mala leche" (de mal humor); "es del año de la cocoa" (muy antiguo).
Las palabras homónimas suenan igual pero se escriben de distinta manera, como "ablando" y "hablando", "aré" y "haré". La primera es del verbo ablandar, la segunda, del verbo hablar, la tercera del verbo arar, y la cuarta del verbo hacer.
Mauricio Pilleux Dresdner