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El futuro de las AFP's
El retiro del 10% de los fondos de pensiones ha visualizado detrás de la euforia de algunos parlamentarios y de la población, un profundo desconocimiento del funcionamiento del sistema previsional y los efectos que conlleva esta medida.
El proyecto contempla un monto mínimo para retirar, aun así 8 de cada 10 cotizantes que no imponen regularmente recibirán menos de $600.000 por una única vez y 4 de cada 10 percibirán virtualmente cero. Es más, se estima que 3 millones de chilenos se quedarían sin ahorros en su AFP. Además la medida es poco solidaria con los actuales jubilados, puesto que el retiro masivo de ahorros previsionales generará problemas de liquidez y afectará el precio de los activos, siendo un problema especialmente grave para quienes reciben su pensión bajo la modalidad de retiro programado.
Resulta poco creíble que parlamentarios de oposición planteen un derecho de propiedad irrestricto sobre los fondos de pensiones, cuando siempre han levantado un discurso contrario a la libertad y responsabilidad individual. Simplemente es populismo, en una crisis que no entienden desde su posición, puesto que este proyecto beneficiará una vez más a quienes más ahorros tienen, en vez de focalizarse en las clases medias y bajas.
Ningún economista serio apoya esta medida, tampoco organismos internacionales que recomiendan aplicarla como última medida si los recursos del Estado se agotan.
Si el legislador es imprudente, es porque simplemente busca permanecer en el cargo, el Gobierno es ineficiente por no haber planteado de mejor manera un apoyo más concreto, tangible a la clase media y finalmente los ciudadanos a pie somos ilusos al creer que destruyendo las AFP y el Modelo que la sustenta podremos evitar la catástrofe que se avecina.
Enrique Caamaño Medina
¿Serán tantos?
El tema es que cuando se calculan las pensiones en Chile la tabla con las expectativas de vida tienen como tope estimado, que el pensionado va a vivir hasta los 110 años.
Ante la pregunta, si variaría mucho el monto de la pensión, si se baja a 100 años, por ejemplo, los expertos dicen que no, porque son muy pocos los afortunados, en el hombre subiría 0.16 % y en la mujer 0,61%.
Ahora bien, si se calcula con 85 años la tabla, la pensión en el caso del hombre sube 13,96% y en la mujer 17,3%.
El problema es ¿quién les paga la pensión a los chilenos que superen los 85 años de vida?
De que los hay, los hay, pero ¿serán tantos los chilenos que superan los 85 años como para que la AFP no pueda afrontar esa pensión por el tiempo que resta, serán tantos?
Tal vez un seguro estatal más la parte de la AFP podrían solventar las pensiones en los casos en que el pensionado viva más de los 85 años, pero ¿serán tantos? ¿Que levante la mano quién tiene parientes que hayan superado los 110, 90, 85 años? Solo las cifras reales pueden ayudar a resolver la inquietud.
Datos a considerar: lo estresante de la vida actual, ni hablar del covid 19 y de sus parientes que vengan después y otras pandemias apuntan a acortar la vida drásticamente, de seguro, muchos quisieran vivir más y mucho más, pero ¿será posible con las pensiones actuales? Una cosa es la cantidad de vida, pero más importante es la calidad de la misma vida.
Luis Enrique Soler Milla
Riñihuazo y Huellelhue
Terremoto del 22-5-1960, el más grande de la historia, provocó derrumbes cerca del lago Riñihue, quedando obstruido su desagüe natural en el río San Pedro, que seguía su curso al río Calle-Calle. Por tanto, el lago empezó a aumentar nivel de sus aguas en forma peligrosa, desbordándose la noche del 24-7-1960, vaciando sin control todo lo acumulado durante 2 meses e inundando localidades de Los Lagos, Antilhue, Pishuinco, Huellelhue y terrenos aledaños en su trayecto hacia Bahía de Corral.
Previo al desastre, obreros de "Transportes Fluviales" y sus familias, construyeron unas mediaguas en cerro de Huellelhue, donde el 21-6-1960 nació mi sobrina Itolina Cofré. Desde el cerro, contemplamos con pavor y tristeza como el torrente de las aguas y lodo arrasó inmuebles y dos pabellones donde vivían 20 familias, entre ellos, mi hermano Guillermo, esposa y dos hijos menores.
La fuerza de las aguas se llevó la capilla católica, la cual, con los remezones, se fue tocando su campana hasta perderse de vista. Nuestro pequeño pueblo, que está entre dos cerros, se inundó totalmente y, al descender nivel de las aguas, hubo que esperar varios días para bajar al poblado, esto, por el riesgo al caminar, debido a la gran cantidad de barro acumulado en la superficie. Al interior de las viviendas el sedimento llegó a medio metro. A nuestra familia Cofré-Catril, con cuatros hijos menores de 12 años, cuya casa quedó en mal estado, nos pasaron dos piezas para vivir. Mi padre quedó cesante, entonces, como familia, nos dedicamos a trabajar la tierra, crianza de animales y al comercio.
Derico Cofré Catril