Llorar cantando: la balada gloriosa de Chavela Vargas
Netflix estrenó "Chavela", documental sobre la mujer que reinterpretó la ranchera y el bolero desde el dolor más profundo. Lesbiana, alcohólica y atormentada, su vida y obra siguen siendo objetos de fascinación.
Chavela Vargas deambulaba por la machista bohemia musical mexicana de fines de los años 40 con el pelo engominado, pantalones de hombre, una guitarra bajo el brazo y una botella de tequila de la que bebía para iniciar el rito de interpretar canciones tristes de desamor, inspiradas siempre en sus tantas amantes. El hecho de que fue apadrinada por el afamado compositor y cantante José Alfredo Jiménez la protegía de la violencia latente de la escena ranchera y le permitió iniciar una exitosa carrera en la glamorosa era dorada de la bohemia azteca. Tuvo amoríos con Frida Kahlo y Ava Gardner, y se codeaba con Picasso, Neruda y Juan Rulfo, entre muchos otros. Su marca era única: Chavela Vargas lloraba mientras cantaba. Se desangraba todas las noches frente a la mirada atónita de la audiencia.
"Chavela", documental dirigido por la australiana Catherine Gund y la estadounidense Daresha Ky, muestra las múltiples facetas de la cantante nacida en Costa Rica en 1919 pero se centra especialmente en sus batallas. Primero, en contra de una infancia de abandono y carencias afectivas que causaron sus primeras heridas. Luego, en contra una sociedad cínica en la que, a pesar de todo, nunca escondió su lesbianismo. Y tercero, en contra de una adicción al alcohol que en los años 70 la llevaron a desaparecer de la luz pública para vivir en la precariedad.
Todo el mundo pensaba que Chavela Vargas estaba muerta cuando en los años 90 reapareció sobre el escenario de El Hábito, teatro-bar underground del D.F. administrado por las performistas Jesusa Rodríguez y la cantante argentina Liliana Felipe. Ahí, frente a un nuevo tipo de público, Chavela volvió a convertir el lamento en belleza pura a través de un repertorio en el que nunca faltaban "Macorina" ni "La llorona", una de las canciones del repertorio popular que hizo suya por su manera intensa de interpretarla.
Las directoras de "Chavela" apuestan por la revisión cronológica. Cuentan con buen material de archivo, además de testimonios de amigos y amantes que descifran a una mujer tan singular como compleja. Uno de los entrevistados es el cineasta Pedro Almodóvar, quien ayudó a que Chavela Vargas fuese conocida en Europa, incluyendo canciones en sus películas pero también ayudando a organizar conciertos que se repletaron en España. El director de "Tacones Lejanos" fue también uno de los gestores de su celebrada presentación en el Teatro Olympia de París a la que asistieron celebridades como la actriz Jeanne Moreau.
La historia de Chavela Vargas es un viaje de la oscuridad hacia la luz. Una existencia atormentada pero coronada por una muerte redentora que ella siempre supo vislumbrar. "Me encontraré de tú a tú con la muerte", dijo al final de su vida. "No le tengo miedo, le tengo respeto. Señora, aquí estoy. Cuando usted quiera".
La historia de Chavela Vargas es un viaje de la oscuridad hacia la luz.
En resumen
"Chavela" pasó por los festivales de cine de Berlín, Guadalajara y Buenos Aires antes de llegar a la plataforma de Netflix.
Por Andrés Nazarala R.
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