Chofer del camión baleado y quemado: "A su edad, mi hija fue bastante valiente"
TEMUCO. Alejandro Peña expresa que en estos momentos lo único que le importa es la salud de su pequeña. Asegura que a pesar de lo ocurrido no dejará el volante. "Esto no me puede derrotar", dice.
Sin cámaras, sin entrevistas presenciales, micrófonos ni grabadoras, así prefiere hablar, por ahora, Alejandro Peña, el conductor del camión que la madrugada del 22 de agosto fue víctima de un ataque armado e incendiario, durante el viaje de regreso que hacía desde Coronel a Osorno junto a su esposa e hija de 9 años, trayecto que termina abruptamente en el kilómetro 8 de la ruta que une Angol con Collipulli, con el camión en llamas y la pequeña herida por una bala en la espalda.
Desde el Hospital Hernán Henríquez Aravena de Temuco, Peña expresa que lo único que le preocupa en estos momentos es la salud de su hija y confiesa que, muy a pesar de lo sucedido, no abandonará su trabajo.
"Quiero seguir, obviamente, porque mi pasión es el camión. Como todo chofer uno nace detrás del volante y sabe administrar muy bien ese volante. A pesar de lo ocurrido yo continuaré. Esto no me puede derrotar, no me va a botar", afirma el conductor.
Alejandro Peña recuerda que la noche del ataque vio a lo lejos una barricada y comenzó a bajar la velocidad. Delante de él había otro camionero que le avisa que los están atacando, pero en su caso no puede virar para devolverse hacia Angol porque lleva una rampa y eso hace imposible la maniobra de viraje.
En cosa de minutos cuenta que cuatro desconocidos comienzan a disparar directamente a la cabina. "Si le dijera que dispararon a los neumáticos estaría mintiendo. Gracias a Dios que los vidrios resistieron un buen rato hasta que se quebraron. Uno de los tiros que hubo ahí llega a la espalda de mi hija", precisa.
Segundos después los atacantes abren las puertas del camión y apuntan a la cabeza a esta familia para obligarla a descender. "Cuando los vidrios se rompen - agrega el conductor - comenzamos a gritarles que había una niña con nosotros, que pararan, pero aún así seguían disparando".
Cuando estuvieron a orilla de carretera, cuenta Peña, los obligan a alejarse del lugar y cuando habían avanzado apenas cinco pasos le prenden fueron al camión. "Deben haber usado un acelerante porque el fuego se activó muy rápido. Cuando habíamos caminado unos cien metros, me di vuelta a mirar y el camión ya estaba envuelto en llamas".
Sobre cómo fueron esos momentos de peligro, pero sobre todo con su pequeña herida, el conductor comenta que como padres, todo el tiempo trataron de protegerla, de defenderla muy a pesar del riesgo que corrían.
"Cuando nos obligaron a bajar... nosotros sacamos fuerzas de no sé dónde con mi señora, como cualquier papá haría por sus hijos. Tratamos de enfrentarlos y ahí nos dijeron: "Váyanse de aquí", rememora.
Acerca de su pequeña, Alejandro recuerda con claridad que se comportó como una persona adulta.
"A su edad, mi hija fue bastante valiente, bastante madura, se contuvo harto. En ningún momento dejó que los nervios se apoderaran de ella hasta que llegamos al hospital de Collipulli, acota.
"está mejor"
Desconectado de las noticias, de lo que dicen la televisión, radios y diarios, este trabajador - que conducía el sábado pasado un camión de la empresa para la cual hacía el servicio de transporte - supo que los camioneros se irán a paro nacional el jueves, frente a lo cual cree que lo que le ocurrió a él y su familia pudo ser la gota que rebalsó el vaso, sin embargo, siente que esta decisión estaba tomada de antes.
"Para ser honesto, realmente no sé mucho lo que está pasando (...). Ahora, estoy enfocado en lo que pasa en el Hospital de Temuco, concentrado en la salud de mi hija, nada más", recalca.
Sobre la pequeña, Peña informa que está bastante mejor. Desde que llegó al principal centro asistencial de la Región es sometida a tratamientos médicos de distinto tipo, incluido - dice - un tratamiento psicológico para sobrellevar lo que le sucedió.
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"Cuando los vidrios se rompen comenzamos a gritarles que había una niña con nosotros, que pararan, pero aún así seguían disparando".
Alejandro Peña,, conductor del camión y padre de la niña herida