Correo
Agradecen visita
Escribo para destacar y agradecer la visita que tuvo al condominio Barros Arana, Sergio Merino, director del Serviu, quien fue invitado por el comité de mejoramiento para darle a conocer las grandes necesidades y arreglos que requieren nuestros edificios, los que ya hace años han presentado serios problemas en su infraestructura, especialmente los techos.
Estoy muy agradecida de su presencia y de su visita en terreno, también como la de su equipo de trabajo, por su gran profesionalismo, disposición y su gran preocupación por tratar de solucionar y escuchar los problemas que aquejan a nuestros vecinos.
Esperamos tener una pronta respuesta satisfactoria la que, como dije anteriormente, beneficiará a todos nuestros vecinos y, lo más importante, mejorará la calidad de vida de nuestros adultos mayores.
Sandra Fernández, presidenta Comité Mejoramiento Condominio Barros Arana
¿Preludio de un Estado fallido?
Vemos cada día cómo delincuentes que previamente han sido detenidos innumerables veces y se mantienen en total libertad, reinciden con total impunidad, o que asesinos que son liberados de manera irresponsable por jueces ideologizados repiten sus atroces crímenes, o cómo terroristas asolan La Araucanía sin ninguna consecuencia para ellos. Pareciera entonces, que esto solo podría finalizar cuando los legisladores (de los mejor pagados del planeta) que elaboran leyes garantistas, jueces y fiscales que dan velocidad a la puerta giratoria y autoridades políticas que evaden sus responsabilidades, sufran en carne propia o en sus familias, el miedo y las secuelas de un asalto violento, la destrucción de sus bienes o un ataque terrorista.
Reinaldo Reinike Espinoza
Plebiscitos 1978 y 1980
El plebiscito del 4-1-1978, fue para consultar por el apoyo o rechazo a la legitimidad del Gobierno. El voto tenía impreso "Frente a la agresión internacional desatada en contra del gobierno de nuestra Patria, respaldo al Presidente Pinochet en su defensa de la legitimidad del gobierno de la República para encabezar soberanamente el proceso de institucionalización del país".
La forma en que se validó la participación en la actividad fue a través de cortar con tijera la punta del carné de identidad a quienes votaron. La opción SI (apoyo) obtuvo 4.177.064 votos (78,7 %) y el NO logró 1.131.115 votos (21,3 %). La legitimidad de los resultados fue seriamente cuestionada pues no existían los registros electorales, ni garantías mínimas de transparencia, además de una fuerte censura a los medios de comunicación. El plebiscito del 11-9-1980, con participación obligatoria, la opción SI (apoyo) obtuvo 4.204.879 votos (67,04 %) y el NO logró 1.893.420 votos (30,19 %). Así se aprobó la Constitución de 1980, confirmándose en el cargo de presidente al general Augusto Pinochet. Los resultados fueron objetados por la oposición, por no existir registros electorales.
El exagente de la Dina y CNI, Jorgelino Vergara, ayudante de Manuel Contreras, detalla en un libro que, los uniformados y funcionarios públicos leales al régimen, recibieron orden de concurrir a votar varias veces para lograr aprobar de la Constitución de 1980.
Derico Cofré Catril
Humanismo laico y humanismo cristiano
El Humanismo como el despertar al oscurantismo medieval en torno a las letras y las artes, trajo consigo, además, una más profunda mirada de la vida en la tierra, centrando su preocupación en la existencia y el quehacer del ser humano, donde éste debiera responderse a las interrogantes: ¿de dónde venimos?, ¿qué somos?, ¿hacia dónde vamos? Donde da respuestas disímiles, según sea la filosofía o doctrina que lo inspira.
Es así como para la posición laica o libre pensadora su respuesta se funda en la razón y la ciencia, como en la fe y la razón lo hará en la posición religiosa.
Pero lo interesante de ambas posiciones, es que es el hombre el que tiene que dar las respuestas, porque es a él al que le interesan, como creador del mundo de la cultura, poseedor de una espiritualidad de bien y según el caso, por el conocimiento o por la gracia divina, cubiertos, en ambos casos, de virtudes y luchando en contra de los desvalores del egoísmo, la ambición y la ignorancia.
Así, entonces, para abrigar esperanza en el destino humano, ambas posiciones humanistas, empeñadas en el bien común, deberían confluir en la necesidad de construir una nueva institucionalidad para nuestro país, escribir una nueva Constitución Política de la que dimane el principio de solidaridad y dignidad humana, por sobre el individualismo, estableciendo un Estado Solidario o de Bienestar, donde no sobre ningún ser humano y todos se sientan como en lo suyo, con sentido de pertenencia, disfrutando equitativamente de los beneficios de la civilización, la cultura y las artes. Donde, además, se confunda el "Yo" con el "Tú", formando el "Nosotros.
Carlos Reyes Hernández