Ciclovías en la Región
Han hecho bien las autoridades al establecer en los últimos años vías exclusivas para los buses y crear las redes de ciclovías. Es necesario dar a conocer que en ocasiones las ciclovías son mal usadas por automovilistas que se estacionan sobre ellas.
La Región de La Araucanía ha mostrado en las últimas décadas un explosivo aumento del parque automotor, por lo cual la congestión de las calles es evidente. Por ello, hay que hacer más eficientes los servicios de apoyo, que no se han desarrollado al mismo ritmo del despegue demográfico e inmobiliario de las ciudades. Es evidente que las calles se hacen insuficientes para enfrentar el crecimiento vehicular y esto se traduce en congestión, de manera que hay sectores que quedan estrangulados. Asimismo, el centro temuquense tiene una infraestructura y una tradición que es indispensable potenciar, pero a la vez muestra los signos de la saturación del tránsito.
Los expertos señalan con frecuencia que para que las ciudades funcionen bien, hay que ir limitando en forma paulatina el espacio del automovilista privado y dar mayor capacidad al transporte público y a sistemas menos contaminantes, como la bicicleta. Pero a la vez hay que tener una movilización colectiva de calidad, para que los tiempos de viaje se acorten y la gente pueda optar por los buses.
En ese sentido, han hecho bien las autoridades al establecer en los últimos años vías exclusivas para los buses y crear las redes de ciclovías, porque se aprecia un marcado crecimiento en el uso de la bicicleta, que permite descongestionar las calles, no contamina y genera beneficios directos para la salud y la calidad de vida de sus usuarios.
Asimismo, es necesario dar a conocer que en ocasiones las ciclovías son mal usadas por automovilistas que se estacionan sobre ellas, o por peatones que las obstruyen en las esquinas, cuando esperan el cambio de las luces del semáforo. En abril del año 2018, se promulgó la ley de convivencia de modos de transportes, que estableció reglas para mejorar la seguridad y disminuir los accidentes en las calles, con la idea de ordenar la circulación en las vías públicas, que en ocasiones generan situaciones de conflicto como las ya mencionadas.
Es cierto que se ha avanzado mucho en la construcción de ciclobandas, pero también es importante que los distintos participantes de las vías públicas asuman la cultura del respeto a los demás actores, con el fin de evitar accidentes y malos ratos.