Correo
No repetir los errores
El año 2008, después de solo 14 años de funcionamiento de las nacientes AFJP (equivalentes a nuestras AFP), Argentina estatizó los fondos privados de pensiones y dejó solo el antiguo sistema de reparto. Fue una expropiación brutal de los ahorros de 9,5 millones de trabajadores que, en su momento, fue calificada como "el robo del siglo". Aquello fue como si un movimiento "No + AFJP" hubiera asumido el poder total.
Después de 12 años de exclusivo reparto, y a pesar de la "ayuda" de los casi 30.000 millones de dólares expropiados, la crisis del sistema de pensiones argentino es total. Un estudio de hace unos meses de la consultora internacional Mercer, especialista en Pensiones, rankeó el sistema de pensiones argentino en el penúltimo lugar entre 37 países de todo el mundo. En el mismo estudio, el vapuleado sistema de pensiones chileno de AFP estaba en el décimo lugar, siendo lejos el mejor de América Latina. No está de más recordar que el estudio fue hecho antes del retiro del 10%.
En promedio, la pensión de un jubilado chileno con el sistema de AFP (Capitalización) es más alta que la de un jubilado argentino con el sistema de Reparto. Y cuando en Chile el sistema de pensiones sea mejorado con las reformas que se le piensa introducir, la diferencia será aún mayor.
José Luis Hernández Vidal
Saludo al Premio Nacional de Literatura año 2020
Con motivo de la reciente entrega del Premio Nacional de Literatura año 2020, permítame saludar y felicitar a don Elicura Chihuailaf Nahuelpán por haber sido acreedor de ese trascendente galardón, hacer extensivo este saludo a las instituciones que motivaron su participación y también a todos los escritores y poetas mapuches que deben sentirse de alguna forma identificados e igualmente contentos y orgullosos por este importante reconocimiento a uno de los nuestros. Por citar a algunos y con el mayor respeto: Graciela Huinao, Ivonne Coñuecar, Jacqueline Canihuán, Libertad Manque, Adriana Pinda, Eliana Pulquillanca, Roxana Miranda Rupailaf, Sonia Caicheo, Daniela Catrileo, Pascual Coña, Leonel Lienlaf, Jaime Luis Huenún, Sebastián Queupul, Cristian Cayupán, David Aniñir, María Isabel Lara Millapán.
Mis respetos también a las damas escritoras candidatas potenciales, futuras ganadoras del siguiente premio nacional.
Benedicto Hueichapán Leufumán
Contenido de la nueva Constitución
La discusión acerca del contenido que debe tener la nueva Constitución a escribirse en este proceso Constituyente por iniciarse a partir del Plebiscito entre el apruebo o el rechazo, no es como algunos creen, en su ánimo de no tocar el actual sistema económico y social existente, limitarlo a tal solo escribir un contenido mínimo, por cuanto ello nos llevaría a no escuchar el hasta ahora clamor popular por revertir este modelo extremadamente neoliberal existente en Chile.
Si bien es cierto que la Carta Fundamental no puede ir a los detalles propios de la ley común, no es menos cierto de ésta se tiene que escribir en base a los fundamentos contenidos en la Carta Fundamental, no puede ir más allá ni en contra de ella.
De ahí entonces que, siguiendo, aunque a alguno no les guste el principio, la Constitución Política de los Pueblos debe contener en su articulado o mejor dicho debe traducir en su esencia el contrato social de que nos hablaba Juan Jacobo Rousseau, y éste está consensuado hoy en una mayor igualdad de oportunidades y una mayor equidad en los beneficios que proporciona el progreso y el desarrollo, haciéndose, por ello, imprescindible el reconocimiento constitucional de los derechos sociales, educacionales, previsionales y económicos para todos los habitantes del territorio nacional y no, como ocurre actualmente, privilegiando solo a los dueños y señores del gran capital que disfrutan de los beneficios del sistema y del esfuerzo de la gran mayoría del pueblo chileno.
No es bueno confundir la extensión de la Constitución con su contenido, porque sin lugar a dudas una Constitución Política mínima proporcionará la posibilidad de mantener el actual sistema político y económico existente, y con la promesa de dejar para la ley común su modificación, para ir en búsqueda de los derechos sociales y económicos, lo único que se conseguirá es mantener el actual estado de cosas.
Por lo que la campaña actual por el rechazo, como aquella destinada a concentrar más de un tercio de la Convención Constituyente por parte de la derecha económica y política, no tienen otra finalidad que frenar el advenimiento de una Carta Fundamental que nos libere de la inequidad y la injusticia social existente.
El proceso constituyente por iniciarse es la posibilidad de construir una Patria para todos en Democracia.
Carlos Reyes Hernández