Un estudio elaborado el Instituto Nacional de la Juventud (Injuv) determinó que la angustia, rabia y miedo son las principales emociones que han estado presentes entre los jóvenes durante la pandemia. Ha sido una etapa difícil y dolorosa.

Frente a ese escenario, no resulta extraño que las citadas sean las emociones más recurrentes y que se requiera una focalización especial en cómo ayudar a este segmento de la comunidad a hacer frente al difícil periodo que estamos viviendo como sociedad.

Fue frente a ese desafío que el Injuv dio a conocer su nuevo programa de salud mental, "Hablemos de todo" (el cual está disponible en la dirección https://hablemosdetodo.injuv.gob.cl): plataforma que aspirar a abordar algunas temáticas que aquejan a las y los jóvenes como VIH e ITS, embarazo adolescente, ciberacoso, ansiedad, depresión, entre otras.

Según explicó la titular del Ministerio de Desarrollo Social y Familia, Karla Rubilar, en el lanzamiento de la iniciativa, "estamos conscientes de que hoy más que nunca debemos trabajar por mejorar la salud mental de los jóvenes, quienes se han visto muy afectados por la pandemia".

El objetivo es que los jóvenes estén informados, pero también que sean ellos mismos capaces de informar a sus pares acerca de las temáticas vistas a partir de productos propios de su lenguaje. Para esto se organizarán periódicamente jornadas de formación y generación de contenido digital por parte de los propios jóvenes.

Para concretar esta labor, la plataforma cuenta con un chat en línea, destinado a entregar asistencia, contención psicosocial y orientaciones sobre temáticas asociadas al programa, lo que funciona como un canal directo entre las personas expertas y las juventudes.

Es indudable que para todas las edades se requiere una especial focalización, por lo que resulta destacable que en el caso de este grupo etario se busque avanzar hacia un lenguaje que sea más efectivo. Por ello, es positivo que se incorpore a organizaciones que se han caracterizado por abrir nuevos espacios de escucha, pero también que se ocupen los canales que hoy en día son precisamente los más usados por la propia población a la cual se quiere llegar con el apoyo.

Durante mucho tiempo se viene trabajando en la creación de una nueva institucionalidad para abordar de mejor manera la temática indígena, debido a que la ley 19.253 (Ley Indígena), está quedando chica para los nuevos desafíos que los pueblos indígenas vienen demandando.

El proyecto de Ley que permitiría la creación del Ministerio de Pueblos Indígenas y el Consejo de Pueblo, lleva varios años discutiendo en el Parlamento y todavía el Ministerio de Desarrollo Social sigue consultando acerca de la viabilidad del Consejo de Pueblos Indígenas.

Este hecho genera más desconfianza en la población mapuche, porque se ve el poco interés del Gobierno en avanzar con esta Ley.

Durante el año 2014 se realizó la consulta pública para que las comunidades indígenas se manifestaran respecto a estos proyectos, la gran mayoría de los consultados opinó favorablemente en la creación de un Ministerio y un Consejo, para que se hiciera cargo de la temática indígena.

Hoy parece absurdo que, a 6 años de esa consulta, el Ministerio de Desarrollo Social siga consultando respecto a si le parece adecuado o no la creación del Consejo de Pueblos para avanzar en la ley.

Opiniones a favor y en contra van a existir siempre, por tanto, seguir dilatando este proyecto de Ley genera confusión y pérdida de credibilidad en la instituciones públicas.

Muchos de los problemas que enfrentamos hoy en la relación con los pueblos originarios, pudieran haberse canalizado de mejor forma con un Ministerio, que se hiciera cargo de los problemas sociales y participación de los pueblos originarios en esta nueva etapa que estamos viviendo.

Cualquier iniciativa, por muy buena que sea, si no se implementa en los plazos establecidos, pierde sentido de oportunidad en la solución y queda desfasada en el tiempo.

Rubén Cariqueo,

secretario ejecutivo Fundación Instituto Indígena de Temuco