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El conflicto, desempleo y bajos ingresos: las preocupaciones locales en medio del covid

ESTUDIO. Encuesta realizada por Mutual de Seguros de Chile, junto a Cadem y la Universidad Adolfo Ibañez, posicionan a la pandemia como un problema "secundario" para los habitantes de La Araucanía. Expertos de la Región analizan los datos.
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La cesantía, la precariedad laboral, la preocupación por el conflicto indígena, los bajos sueldos y el coronavirus, son las principales preocupaciones y temores de los habitantes de La Araucanía.

Así quedaron graficadas en un estudio realizado por la Mutual de Seguros de Chile, junto a Cadem y la Escuela de Negocios de la Universidad Adolfo Ibáñez, denominado "Bienestar de los chilenos en modo Covid", en el que se encuestaron a más de 400 personas de entre 25 y 60 años con residencia en distintas comunas de la Región.

Ante la pregunta abierta de cuál es el principal problema que hay en la Región actualmente, el 69% respondió espontáneamente que era el "conflicto con pueblos originarios". A esa respuesta le siguió "sueldos y empleos" (50%), desigualdad (17%) y, después, el coronavirus (16%).

Respecto a cuales son sus principales temores e incertidumbres, espontáneamente se indica al "coronavirus" (32%), la "estabilidad laboral" (31%) y la "inestabilidad económica" (15%) como las mayores preocupaciones.

"Muchos entienden que una de las consecuencias de largo plazo de la pandemia serán económicas (...) y el empleo es lo más cercano a eso", plantea Alejandro Montecinos, académico de la Universidad Adolfo Ibáñez.

"Las consecuencias económicas de la pandemia golpean más fuertemente a quienes menos tienen (...) y el núcleo familiar está siendo el primer y último bastión de contención, tanto económica y como afectiva", agrega.

Expertos locales

El 51% de los encuestados dice que con el sueldo que gana le alcanza "justo" para llegar a fin de mes, en tanto que el 38% tiene grandes dificultades y derechamente "no le alcanza".

"Los datos ratifican y dejan en evidencia problemáticas estructurales que viven los trabajadores de nuestra Región. Lamentablemente, la baja cualificación de nuestra fuerza de trabajo, los bajos índices de escolaridad y especialización se traducen en bajos salarios, lo que influye en que buena parte de los trabajadores destine sus ingresos esencialmente para vivir, viendo muy reducidas sus posibilidades de ahorrar para proyectos personales o familiares", comenta Humberto Salas, académico de la Universidad Autónoma, en Temuco.

En efecto, el 68% de los encuestados dice que no ahorra porque "no le alcanza el dinero" y el 34% no ahorra porque "no tiene ingresos fijos".

"Para una región que históricamente presenta los salarios más bajos del país, que los propios trabajadores manifiesten que estos ingresos no sean suficientes para llegar a fin de mes, es lamentable", agrega Salas.

"Estas percepciones y preocupaciones expresadas están en completa sintonía con las cifras de empleo que ha presentado La Araucanía durante la pandemia, que la ubican como una de las regiones más afectadas con destrucción de puestos de trabajo a nivel país", manifiesta Patricio Ramírez, coordinador del Observatorio Económico y Social (Oes) de la Universidad de la Frontera.

"El daño laboral está teniendo repercusiones en los presupuestos familiares y en el nivel de endeudamiento. Debemos tener claro que esta situación aumentará los niveles de pobreza", concluye Patricio Ramírez.

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"Llama la atención el orden de jerarquía de los problemas de la Región (...) son los problemas urgentes y estructurales los que acaparan la atención".

Alejandro Montecinos,, académico de la UAI

Otros resultados: familia y vecinos

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Otros resultados de la encuesta indican que el 55% de los habitantes de La Araucanía califica su vida con nota "seis a siete", no obstante, si le preguntan por la vida del resto de sus vecinos, el 70% de los encuestados, consideran que la vida de los otros no pasa del "cuatro". Ante la consulta de cómo evaluarían su calidad de vida en relación a hace un año atrás, un 37% de los participantes expresa que su vida ha empeorado, otro 30% que se mantiene igual, mientras que el 33% indica que ha mejorado. Sin embargo, hay optimismo, ya que al preguntar qué espera del 2021, el 93% considera que la calidad de vida mejorará. En comparación de hace un año, el 34% de los encuestados dice que su relación con la familia y amigos ha mejorado.